Brasil no acepta condiciones del Fondo Monetario Internacional, y Bolivia intenta recomprar, su deuda

Las autoridades financieras de Brasil han decidido negociar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para poder acceder de nuevo al mercado crediticio mundial, pero con la advertencia de que no aceptarán la imposición de medidas recesivas. Por su parte, el Gobierno boliviano presentará próximamente una propuesta ante el comité de bancos acreedores para la recompra de su deuda exterior pública, que se eleva a unos 4.000 millones de dólares. En cuanto a México, la mejora de su déficit comercial le permite una redacción de 1.000 millones de dólares del endeudamiento externo previsto..'

Río de Janeiro

_El presidente del banco central brasileño, Fernando Milliet, destacó ayer la importancia del aval del FMI para captar nuevos recursos del exterior y llevar adelante la renegociación de su deuda externa de una manera fructífera.A renglón seguido aclaró que esta actitud no significa, sin embargo, que Brasil acepte la interferencia del FMI a la hora de formular una política económica destinada a superar la crisis y mantener los proyectos de desarrollo.Aclaró también que la política del FMI en otros países ha provocado recesión y un alto coste social, por lo que Brasil sólo aceptará ser apoyado en el desarrollo de su economía sin permitir que se le fiscalice o se le dirija desde este organismo internacional.

La deuda exterior brasileña es la más alta de los países del Tercer Mundo y asciende a 112.700 millones de dólares.

Por su parte, el Gobierno boliviano presentará el próximo mes una propuesta ante el comité de bancos acreedores para la recompra de su deuda exterior pública que se eleva a unos 4.000 millones de dólares.

La propuesta se ha presentado después de que el Fondo Monetario Internacional comunicase en Washington la apertura de una cuenta de contribución voluntaria para concretar la operación de recompra. En caso de llegarse a un compromiso con la banca privada acreedora, por el total de la deuda contraida, el gobierno boliviano podría liberar al país del peso de esa obligación y dejar a la próxima generación sin los compromisos monetarios que limiten su desarrollo.

Una paciente negociación del Gobierno de la Paz con el comité de bancos, encabezado por el Bankarnérica de San Francisco, concluyó el pasado mes de julio al abrir las puertas a Bolivia a la posibilidad de recomprar su deuda pública.

Al mismo tiempo, México espera limitar en 962 millones de dólares sus necesidades de créditos exteriores durante 1988, según un portavoz de la presidencia de la República, quien también informó que el ejecutivo solicitó al Congreso la autorización para elevar la deuda exterior del país para el año que viene, como máximo en 2.300 millones de dólares. México es el segundo país más endeudado del mundo en vías de desarrollo, con compromisos de 102.000 millones de dólares.

Según los acuerdos a los que llegó el Gobierno mexicano con la banca privada mundial y diversos organismos financieros internacionales, podría disponer en 1987 de unos 7.000 millones de dólares, aunque hasta el momento, sólo ha dispuesto de unos 6.000 millones.