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Moscú admite oficialmente que Eltsin "no está sano, pero sí vivo"

Pilar Bonet

Boris Eltsin, el ex jefe del Partido Comunista en Moscú, se encuentra "internado en un hospital desde hace varios días" y su estado de salud "no es preocupante", según manifestó ayer el portavoz del Ministerio de Exteriores soviético, Yuri Gremitski, saliendo al paso de rumores sobre el crítico estado e incluso la muerte del defenestrado dirigente comunista. Gremitski dijo que no está autorizado a comentar los asuntos del partido. "Pero, como persona", señaló, "puedo decir que Eltsin no está sano, pero está vivo".El portavoz del ministerio rechazó "categóricamente" los rumores de suicidio de Eltsin, pero afirmó que éste "tuvo una crisis cardiaca hace poco". Gremitski no indicó si ésta se produjo antes o después del pleno municipal del pasado 11 de noviembre, donde Eltsin fue atacado por sus ex colegas y por el líder de la URSS, Mijail Gorbachov.

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Medios soviéticos habían asegurado que Eltsin sufrió un amago de infarto antes de la sesión del día 11 y un infarto después de ésta, que obligó, supuestamente, a internarlo en una unidad de reanimación. Aseguraban también que Eltsin no está internado en la red hospitalaria dependiente de la Dirección Número 4, la que se encarga de atender a los dirigentes del Kremlin y que goza de una infraestructura y un abastecimiento superior al del servicio de sanidad general.

Testigos presenciales del pleno del comité municipal del partido dijeron que Eltsin, pálido y enormemente afectado, tuvo que ser ayudado a salir de la sala, ya que no se tenía en pie y andaba apoyándose en las sillas.

Dos institutos técnicos de Moscú, uno de arquitectura y otro de ingeniería, han pedido a las autoridades que publiquen la intervención de Eltsin en el pleno del Comité Central del pasado 21 de octubre. La petición va avalada con el sello del Komsomol, las juventudes comunistas soviéticas, que tienen más de 40 millones de afiliados. En el pleno del Comité Central del PCUS, Eltsin atacó el funcionamiento del Secretariado y a Egor Ligachov por su nombre e hizo una referencia al culto de la personalidad aparentemente dirigida contra Gorbachov.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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