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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Pensionistas discriminados

En el diario de su digna dirección de fecha 20 de octubre, en la página 22, se inserta una información sobre pensiones para parlamentarios en caso de extrema necesidad. Leída detenidamente, quiero felicitar a los señores ex parlamentarios, diputados y senadores que van a verse favorecidos por un presupuesto de 42 millones de pesetas para hacer frente a un nuevo sistema de pensiones por jubilación, para satisfacer las necesidades de algunos casos extremos de parlamentarios pensionistas, diputados o senadores que tengan ingresos inferiores a las 150.000 pesetas mensuales, recibiendo una prestación económica hasta alcanzar dicha cantidad. ¡Enhorabuena!Se trata de trabajadores manuales o pequeños empresarios que tuvieron que abandonar sus negocios para ser parlamentarios y después se han encontrado en una situación precaria.

Como militar del Ejército de la República, que también tuve que abandonar, a mis 26 años, mi trabajo, padres, novia, etcétera, me siento discriminado, vejado y agraviado comparativamente. Yo me fui, como muchos miles de ciudadanos antifascistas, voluntario al frente a defender la República, la libertad y la democracia (vocablos estos dos últimos muy a flor de labios de demócratas de toda la vida, muy en boga en estos años posfranquistas), de soldado raso, sin aspiraciones políticas ni económicas, a defender las instituciones de un Gobierno legalmente constituido. Por mi modesta cultura y ante la necesidad de mandos del Ejército de la República, fui invitado a hacer un curso para oficiales; me sentí orgulloso de ello, por si con los conocimientos militares adquiridos en la escuela podía ser más útil a la República en su lucha contra la sublevación franquista. Salí de esta prueba con el empleo de teniente de infantería. Tengo la antigüedad de 1 de julio de 1937, según consta en el Diario Oficial del Ministerio de Defensa número 302, de 18 de noviembre, página 755.

Como premio, al final de la contienda fui detenido y juzgado por un tribunal inilitar por adhesión a la rebelión y condenado a muerte, conmutada por la pena de 20 años ocho meses después, y puesto en libertad cinco años después. Condena que cumplí en la cárcel Modelo de Valencia y en el penal de San Miguel de los Reyes, de la misma ciudad, como miles de represaliados por Franco.

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Las vicisitudes pasadas no voy a describirlas, sería una pedlantería por mi parte y abusar de su generosidad ocupándole espacio en su sección, ya que no fui yo sólo. Miles y miles de españoles pasamos por esta paz honrosa que nos proporcionó la tristernente famosa Junta de Defensa que nos entregó al vencedor.

En la actualidad, y hasta hace un año, jubilado con pensiones, desde 1978, hasta la de 35.165 pesetas actual. Y desde la proraulgación de la Ley 37/1984, con otra pensión de igual cuantía, que suman 70.330 pesetas.

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Pensionistas discriminados

Viene de la página anteriorPara obtener esta segunda pensión han venido luchando durante ocho o nueve años las asociaciones creadas al efecto, siendo discriminados por la citada ley con respecto a los militares que se encontraban en los cuarteles el 17 de julio de 1937 y que perciben pensiones de retiro más sustanciosas, ya que les han sido reconocidos ascensos después de terminada la guerra civil. Entre estos militares, a quienes se les reconoce ser profesionales, ha habido muchos que han estado a las órdenes de los que nos califican de milicias o en campaña. Esta discriminación la debemos a los buenos oficios de los diputados socialistas de cuyos nombres... no quiero acordarme.

Al clasificamos no se han tenido en cuenta los artículos 14 y 50 de la Constitución.

Nuestro colectivo está integrado por ancianos con un promedio de 70 años -yo tengo 77-, y, aunque continuamos insistiendo en que se nos haga justicia -el Tribunal Constitucional tiene constancia de ello-, el Gobierno va dando largas al asunto, les consta que cada día se producen bajas ennuestras filas y que a la vuelta de unos pocos años más habremos desaparecido nosotros y nuestras viudas y este problema se les disolverá como un azucarillo entre las manos.- Teniente de Infantería del Ejército republicano.

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