El estilo del 'relax' en la Costa del Sol
La modernidad aparece en edificios, muebles y objetos, con el turismo de los años cincuenta y sesenta
Una exposición y el libro catálogo El estilo del relax. N-340. Málaga, 1953-1965, editado por el Colegio de Arquitectos en Málaga, son el resultado de un trabajo en equipo que define por primera vez el diseño arquitectónico de los años cincuenta y sesenta en la Costa del Sol. Los rasgos de la modernidad, aplicados en edificios, muebles y objetos, aparecen en el consumo del primer turismo masivo que se instala al sol y cerca del mar, entre Málaga y Estepona, en la carretera nacional 340.La idea partió del pintor, escultor y diseñador Diego Santos, de 34 años, malagueño; Carlos Canal (León, 1954), médico, hizo las fotografías, y Juan Antonio Ramírez (Málaga, 1948), catedrático de Historia del Arte de la unIversidad Autónoma de Madrid, escribió los textos que definen el estilo del relax.
El acercamiento de un pintor a la arquitectura es el primer interés de Diego Santos por los años cincuenta y sesenta, una época moderna y atrevida que en los 85 kilómetros entre Málaga y Estepona, comparados a una Ciudad Lineal, significó una nueva imagen arquitectónica coinci dente con la llegada del turismo masivo.
En sus paseos e investigaciones fue concretando un catálogo de monumentos que definieran una arquitectura del ocio que tenía su origen y exageración en el movimiento moderno. Como edificios precursores se detiene en el Málaga Cinema (1934-1935), derribado en 1975; el Colegio de Huérfanos de Ferroviarios (1935), en Torremolinos, y el mercado de mayoristas de Málaga (1939). Estas dos últimas obras están abandonadas y en peligro de desaparición. Otros edificios para el análisis son el Bazar Aladino, los hoteles Mare Nostrum y Pez Espada, el camping del kilómetros 191, la Ciudad Sindical de Marbella, los cines Sohail y El Palo junto a chalets, gasolineras, bares, depósitos de agua y elementos de decoración.
La vanguardia
Juan Antonio Ramírez, autor de ensayos sobre la cultura visual de masas y sobre el arte contemporáneo, como La arquitectura en el cine, Construcciones ilusorias Edificios y sueños y El comic femenino en España, considera el estilo del relax como la difusión de la vanguardia en una sociedad de consumo. El período 1953-1965 se sitúa entre los intentos de una arquitectura seudoimperial franquista y la llegada de la cultura pop. Es un estilo "muy modernamente chic'", sin teoría ni justificación ideológica (frente a los argumentos de un Le Corbusier o Mies van der Rohe), "un estilo de consumo que coge elementos de todas las vanguardias".Ramírez comenta que el estilo del relax une la tradición superrealista. (formas de amebas, orgánicas) con la racionalista más ortodoxa (formas ortogonales, líneas rectas), que ofrece en síntesis una versión de lo moderno para elconsumo masivo. Es el primer estilo masivo que utiliza los procedimientos industrializados en edificios, mobiliario y objetos cotidianos. Tiene sus precedentes en lo que el autor califica de art deco aerodinámico, una visión atractiva de la modernidad y del progreso, con alusiones a las grandes máquinas, sobre todo transatlánticos, que se identifican con la costa malagueña.
El culto a la técnica también aparece en lo que Juan Antonio Ramírez llama el candelismo, por los trabajos en hormigón armado de Félix Candela, que se aplican en formas atrevidas y caprichosas a la construcción de depósitos de agua, gasolineras o marquesínas de hoteles y bares.
El estilo del relax, cotizado como antigüedad y recordado en algunas imágenes (los coches de la película La bamba), además de la Costa del Sol, se puede encontrar en Mallorca o Canarias, según Juan Antonio Ramírez, quien lo considera un estilo internacional. La exposición y el libro quieren ser una llamada de atención sobre los testimonios de un consumo de la modernidad.
Babelia
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