Una base estratégica
"No tenemos intención de construir una Falklands fortress (fortaleza Malvinas)", dicen diplomáticos en Londres.Pero el general Neil Carlier, de 50 años, del cuerpo de ingenieros y actual comandante de las fuerzas británicas en las islas Malvinas, señala: "¿Fortaleza? Probablemente que sí, diría un general argentino".
La versión oficial británica insiste en que el complejo militar de Mount Pleasant existe sólo para defender a las Malvinas. Son muchos los habitantes de las Malvinas que opinan, sin embargo, que se trata de una "base de la OTAN" (aunque el área de la Alianza Atlántica no baje tan al Sur).
Y, desde luego, son muchos los que opinan que esta base será una carta importante que tendrá el Reino Unido ante la próxima negociación del tratado de la Antártida.
Para el general Carlier, la base tiene también un valor estratégico a la hora de mantener la libertad de navegación en el cabo de Hornos. Este paso cobraría mayor importancia, especialmente para Estados Unidos, si quedara cerrado el canal de Panamá.
Además, está la riqueza de la pesca en las aguas de las Malvinas, y en el futuro es posible que se llegue a la conclusión de que en el subfóndo marítimo hay petróleo que podría extraerse. Pero para defender ese petróleo, dice Carlier, las fuerzas actuales "no serían suficientes".
Por otra parte, los militares británicos consideran que las islas Malvinas proporcionan un "excelente centro de entrenamiento" para sus fuerzas, y muy especialmente sus pilotos, lejos del bullicio europeo.
Los británicos disponen también de una pequeña guarnición en Georgia del Sur, a tres días de distancia de las Malvinas por vía marítima.
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