Juzgados cinco miembros de la CNT acusados de formar un grupo armado
Cinco sindicalistas de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) de Vitoria, Andrés Sánchez Hernán, José Guillermo Argos Pérez, José Manuel Collado Collado, Santiago Abad García y Vicente Alvarado Bravo, fueron juzgados ayer en la Audiencia Nacional acusados de formar un grupo armado denominado Grupo de Acción Michelín, empresa en la que trabajaban cuatro de ellos, conectado con la banda terrorista Comandos Autónomos Anticapitalistas a través de José Luis Merino Quijano, Durruti. Esta acusación fue rechazada de plano por los sindicalistas. Merino, que también fue juzgado ayer, está condenado a elevadas penas de prisión por el asesinato del senador socialista Enrique Casas.Según el fiscal, el grupo se puso en contacto con Merino para que les orientara sobre la forma de realizar las acciones y les expuso la necesidad de obtener fondos para los terroristas. El 12 de enero de 1980, Argos, Sánchez y Collado fueron a Miranda de Ebro (Burgos), donde, según el fiscal, propinaron una paliza a un esquirol que estuvo un mes lesionado.
El 11 de septiembre de ese mismo año, Sánchez y Collado rompieron un escaparate de Galerías Preciados en Vitoria y lanzaron dentro un cóctel molotov, en represalia porque habían despedido a un afiliado al sindicato. Entre diciembre de 1980 y 1982, Merino y Alvarado realizaron, según el fiscal, tres atracos a bancos con un botín total no superior a 1,5 millones de pesetas. Por último, en noviembre de 1981, Alvarado, Collado y Abad enviaron cartas amenazadoras a la dirección de Michelín en nombre de los Comandos Autónomos Anticapitalistas.
Petición de penas
El fiscal pide para Merino y Alvarado 18 años para cada uno, nueve años para Sánchez, tres años y nueve meses para Collado y penas de arresto para Argos y Abad.Los sindicalistas rechazan todas las acusaciones que les relacionan con los Comandos Autónomos y niegan conocer a Merino. Dos de ellos reconocieron que habían ido a hablar con el esquirol, pero que éste metió la mano en el interior de la chaqueta y ante la posibilidad de que llevara una pistola, ya que algunos de ellos las portaban, le dieron "dos cacharrazos". Sánchez también asumió haber roto una luna de Galerías y haber prendido con cerillas parte del escaparate, señalando que realizó pintadas sobre ello, atribuyendo el hecho a la CNT.
Todos los procesados, incluido Merino, negaron haber participado en ningún atraco.
