Ungo volverá a El Salvador para poner a prueba el cumplimiento de Esquipulas 2

Guillermo Ungo, líder del Frente Democrático Revolucionario (FDR), el brazo político de la guerrilla salvadoreña, anunció ayer que viajará el próximo mes a su país "para poner a prueba" los principios de los acuerdos de Esquipulas 2. Ungo dijo que es posible que con él vaya también Rubén Zamora, número dos del FDR. Mientras, en El Salvador y Guatemala han sido ya aprobados decretos de amnistía, conforme a lo pactado en la cumbre centroamericana de agosto, y en Nicaragua quedará promulgada el 5 de noviembre.

"Estamos preparando una visita pública al interior del país, posiblemente para fines del próximo noviembre, para poner a prueba los principios acordados en Esquipulas", declaró ayer el dirigente opositor salvadoreño, Guillermo Ungo, que hizo una breve escala aérea en Madrid de regreso de Viena, donde asistió al congreso de los socialistas austriacos, informa Bosco Esteruelas. El líder del FDR afirmó que él, Rubén Zamora, número dos del FDR, y otros dirigentes del brazo político de la guerrilla, tratarán de mantener diversos contactos durante su estancia en el país para buscar alianzas políticas.El dirigente opositor pintó un cuadro bastante pesimista respecto a las posibilidades de que avancen las negociaciones que la guerrilla mantiene con el Gobierno del presidente José Napoleón Duarte, a quien calificó de una simple "pieza instrumental" del Ejército sin capacidad de negociar. Dijo, sin embargo, que la única cosa positiva hasta ahora es que persista la voluntad de dialogar.

Ungo manifestó que por parte del Gobierno "hay un juego de apariencia, ambiguo, de gran confusión. No ha propuesto nada y tampoco ha definido exactamente qué clase de cese el fuego propone. De Duarte sólo oímos lo de 'perdón y olvido' y nada más. Nosotros pedimos que se discuta el alto el fuego simultáneamente con otros aspectos incluidos en los acuerdos de Esquipulas 2". El líder del FDR manifestó también que el asesinato, el pasado lunes, del presidente de la Comisión de Derechos Humanos de su país, Herbert Anaya Sanabria, no fue "una casualidad, sino una causalidad" de la derechización del régimen. "El asesinato no sólo tiene un mensaje, sino una implicación política, la de tratar de extender el terror de los escuadrones de la muerte para inmovilizar a los sectores populares".

Mientras tanto en El Salvador y Guatemala se ha aprobado ya la amnistía, informa José Comas desde México. En El Salvador se calcula que la medida puede hacer que salgan a la calle unos 500 presos políticos. Del decreto de amnistía se excluye a los asesinos del arzobispo de San Salvador, monseñor Romero, y del presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Herbert Anaya.

Anuncio en Managua

En Nicaragua se anunciarán los detalles de una amnistía el 5 de noviembre. Hasta ahora los contras que renuncian a la lucha armada y se acogen a la amnistía pueden reintegrarse a la vida civil en Nicaragua. La duda ahora es si el decreto de amnistía incluirá a los más de 2.000 somocistas, encarcelados desde julio de 1979, y a los con tras condenados por los Tribunales Populares Antisomocistas. Recientes manifestaciones en Managua de las llamadas "turbas" contra las "madres de presos políticos" parecen indicar una resistencia a conceder esa amnistía amplia. Las manifestaciones estaban muy organizadas y no puede decirse que hayan surgido de repente y de forma espontánea. Se podía ver en Managua estos días cómo las "madres de héroes y mártires" eran transportadas en vehículos oficiales y niños que dejaban la escuela en horas de clase para acudir a las manifestaciones. El Gobierno de Managua podrá capitalizar mejor el decreto de amnistía por tratarse de algo muy costoso y difícil de aceptar por las bases sandinistas. Esto es sin duda cierto. No va a resultar fácil que las madres que perdieron hijos asesinados por el somocismo o muertos en la guerra con los contras acepten que los asesinos salgan a la calle. Sin embargo, entre la población nicaragüense el hastío por la guerra y la crisis es tan grande, que una frase de un hombre de 40 años en Managua resulta reveladora: "El mejor homenaje que se puede hacer a los héroes y mártires es que no haya más".Regresó a Managua el arzobispo, cardenal Miguel Obando, que asistió al Sínodo en Roma y se entrevistó con dirigentes de la contra en EE UU.