_
_
_
_
_

Rechazadas las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado para 1988

Las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado de 1988 presentadas por todos los grupos parlamentarios, a excepción del socialista, fueron rechazadas ayer por el Pleno del Congreso de los Diputados. Durante la mañana de ayer continúo el debate de totalidad, en el que los grupos de la oposición rechazaron el triunfalismo del Gobierno sobre la situación económica y afirmaron que los presupuestos continúan siendo de ajuste, no prestan atención a los sectores más desfavorecidos y carecen de sensibilidad social. Algunos grupos resaltaron la discrecionalidad del Gobierno para aumentar el gasto.

Con una nutrida representación de los parlamentarios socialistas, una menor asistencia de los grupos de la oposición y la mayoría del Gobierno, a excepción de su presidente, Felipe González, el pleno del Congreso rechazó por 182 votos en contra, 134 a favor, una abstención, un voto nulo y un total de 318 votos emitidos, las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos del Estado. Hoy a las 12 de la noche se termina el plazo de presentación de las enmiendas parciales.Abrió el turno de intervenciones el presidente del Partido Liberal, José Antonio Segurado, quien denunció la facultad del Gobierno para gastar 15 billones de pesetas al margen de lo que se aprueba en las Cortes. Añadió que se introducen cambios legales arbitrarios y dispersos, que no son los presupuestos un instrumento adecuado de política económica, que son profundamente insolidarios, suponen un incremento muy importante del gasto público, aumentan la presión fiscal en casi un 17% porcentual y elevan la recaudación en un billón de pesetas.

En su turno de réplica, Solchaga desmanteló algunos de los argumentos de Segurado pero reconoció la inseguridad normativa. "Convengo" dijo, "en que debemos ser prudentes en los cambios fiscales. Ahora entramos en una fase de tranquilidad normativa. Sólamente se harán los cambios necesarios para adaptar nuestra legislación de la CE" y mencionó, en este sentido, el impuesto de sociedades. Añadió que estudiará "con el máximo interés todas las enmiendas que supongan una reducción de gasto".

El diputado de Izquierda Unida, Nicolás Sartoruis, mantuvo un duelo ideológico con el ministro Solchaga sobre lo que es una política de derechas y lo que debería ser una política de izquierdas. Solchaga acusó a Sartoruis de perderse en las matemáticas porque "usted debe emplear una lógica comunista" y el diputado de IU señaló, en otro momento del debate, que "si usted es socialista yo soy el obispo del Palmar de Troya", lo cual no extrañó al ministro de Economía "a juzgar por sus apellidos", lo que motivó una advertencia del presidente del Congreso, Félix Pons, sobre la improcedencia de las alusiones personales.

Sartorius mostró su desacuerdo con las prioridades del Gobierno y dijo que "el principal desequilibrio de la economía española es el paro y no tanto la inflación y el déficit público". Añadió que el Gobierno "va a lo fácil en la lucha contra la inflación" y que no pasaría nada por incrementar el déficit público en medio punto". Rechazó por insolidarios los Presupuestos para el próximo año y resaltó que la recuperación de la que se habla "es gracias al esfuerzo de los trabajadores" y ahora "usted se apunta al carro y defiende como un logro de su Gobierno el crecimiento del 5%". Por lo tanto, "no sean ustedes tan tacaños con los que menos tienen y tan generosos con los más ricos".

La insistencia de los grupos parlamentarios en criticar la ausencia de concertación social -anteayer Rodrigo Rato, diputado de AP, dijo que, a juzgar por la dialéctica empleada por el ministro de Economía, no le extrañaba que las cosas hubieran llegado a determinados extremos- y los argumentos en favor de cumplir el compromiso del Gobierno sobre la creación del Consejo Económico y Social, llevó a Solchaga a afirmar que "el Ejecutivo está dispuesto a mantener abierta la concertación para hablar de política de empleo o de la institucionalización de cauces para el diálogo social".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Pacto de silencio

Durante todo el debate, funcionó una especie de pacto de silencio entre los grupos de la oposición en relación a las dimisiones de los diputados socialistas Nicolás Redondo y Antón Saracíbar. En los pasillos del Congreso se comentó lo dificil de la decisión de Redondo y la inconveniencia de utilizar a su persona como arma arrojadiza.

El debate continuó con las intervenciones de los diputados del grupo mixto, Jon Larrinaga, de Euskadiko Ezquerra y Joseba Azkarraga de Eusko Alkartasuna, quienes solicitaron la devolución del proyecto de ley de Presupuestos, al no aceptar el cupo vasco establecido para esta comunidad autónoma. Solchaga dijo estar abierto a conversaciones para modificar el cupo.

Cerró el turno de intervenciones Francisco Fernández Marugán, por el grupo socialista, quien, en un tono triunfalista apoyado en el timbre de su voz, y ante el palpable desinterés de los demás diputados, resaltó que estos Presupuestos están enfocados fundamentalmente a realizar mejoras sociales en sanidad, educación y justicia. Alabó la política económica del Gobierno y resaltó que, a través de ella, se están consiguiendo "resultados alentadores".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_