"Presiones de la CE para que España exija visado a los ciudadanos del Magreb y de Latinoamérica
La Comunidad Europea está presionando a España, Portugal, Grecia e Italia para que exijan visados a Marruecos, Argelia y Túnez, así como a algunos países de Iberoamérica, desde que se creara un comité de inmigración en la reunión de Trevi de octubre de 1986 celebrada en Londres, según han reconocido fuentes gubernamentales. Los países veteranos de la CE desconfían de los nuevos miembros como países de entrada y tránsito hacia Europa de inmigrantes por razones económicas, políticas o de otra índole.La CE está revisando la política de visados y fronteras de cara a la unificación de criterios en materia de extranjeros para la creación de la frontera común europea prevista para 1992, fecha de aplicación plena del Acta Única. La CE pretende homologar los criterios de los países miembros para exigir una mayor rigidez en las fronteras exteriores una vez que en 1992 se haya creado la frontera común y desaparezcan los controles internos entre los doce países miembros.
La creación de la frontera común europea supone también la creación de un visado común, de forma que cualquier país miembro facilite la entrada en toda la Comunidad, lo que ha provocado que los países tradicionales de la CE pretendan que España, Italia, Grecia y Portugal exijan visados a los países del Magreb (Marruecos, Túnez y Argelia), así como a algunos países de Iberoamérica, para evitar la entrada de determinados ciudadanos de esos países, de acuerdo con los criterios contra la inmigración ilegal, delincuentes y terroristas.
España está resistiendo a tales presiones, especialmente en lo que se refiere a los ciudadanos de países de Iberoamérica, según reconocen fuentes del Gobierno. Las presiones se iniciaron nada. más crearse en el Comité de Inmigración de Trevi, que reune a los ministros del Interior de los doce y a altos representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores. Posteriormente, en ese y en otros foros, donde se debate la política de extranjeros de la CE, los viejos comunitarios han insistido en conseguir tales objetivos.
Estos países pretenden evitar la inmigración clandestina, que en los doce se estima actualmente en varios millones de personas procedentes de países ajenos a la CE. Con ello se intenta detener el flujo de inmigrantes que buscan trabajo en Europa, mientras todavía la población de Europa sufre grandes problemas de desempleo.
En estos foros también se está estudiando la regulación de la política comunitaria sobre el asilo, que se debe proteger, según fuentes españolas, por razones de cualquier tipo de persecución (religiosa, política o étnica), así como por razones humanitarias.
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