Tal como éramos

Los Pactos de la Moncloa supusieron el primer intento serio de ajuste de la economía española, que había perdido un tiempo precioso desde que se instalaron los efectos nocivos de la primera crisis del petróleo. Pero no fueron únicamente un programa de estabilización; en sus páginas se incorporó un conjunto de reformas económicas y también de actuación jurídica y política, algunas de las cuales han formado parte de los sucesivos programas electorales de los partidos políticos hasta hoy mismo.Los firmantes -Adolfo Suarez, Felipe González, Joan Raventós, Josep María Triginer, Manuel Fraga Iribarne, Enrique Tierno Galván, Juan Ajuriaguerra, Miquel Roca, Leopoldo Calvo Sotelo y Santiago Carrillo- llegaron a un acuerdo sobre una serie de medidas concretas, algunas de las cuales siguen siendo de plena actualidad. Entre ellas, cabe destacar las siguientes:

- Limitación y ejemplaridad de los gastos consuntivos del Estado y de la Seguridad Social, revisando todos aquellos cuya existencia no se justifique de modo estricto.

- Orientación prioritaria del gasto público para el fomento del empleo, dedicando 100.000 millones como aportación al presupuesto de la Seguridad Social en 1978, de los cuales 60.000 se dedicarán al seguro de desempleo.

- Clarificación del déficit público.

- Progresividad del sistema tributario como consecuencia de la nueva ley de Medidas Urgentes de Reforma Fiscal.

- Reducción de los costes del trabajo para las empresas mediante un menor crecimiento de las cuotas de la Seguridad Social y progresivo control social de las prestaciones.

- Contención de los precios para que el IPC no aumente durante 1978 más de un 22%.

- Crecimiento de la masa salarial en cada empresa hasta un 20% durante 1978.

- Medidas que aseguren una prestación eficaz y rigurosa del seguro del seguro de desempleo y un tratamiento prioritario de las modalidades de creación de puestos de trabajo, atendiendo especialmente al empleo juvenil, contratación temporal, etcétera.