El Gobierno vasco busca un acuerdo político paralelo al diálogo con ETA

El presidente del Gobierno, Felipe González, y el lehendakari, José Antonio Ardanza, tratarán de conjugar hoy las iniciativas sobre la pacificación del País Vasco que ambos han desarrollado en paralelo en las últimas semanas en sus respectivos ámbitos políticos. Ardanza y González tienen previsto mantener un almuerzo en el palacio de la Moncloa, en Madrid. El Ejecutivo autónomo intenta conseguir en Euskadi un consenso sobre medidas políticas que completen el diálogo con ETA.

El lehendakari mantuvo ayer una entrevista de más de tres horas con una delegación del Partido Nacionalista Vasco, presidida por Xabier Arzalluz, informa desde Vitoria Al término de la reunión, el líder del PNV consideró lógico que el consenso entre partidos vascos se, articule con los planes de pacificación del Gobierno del Estado y dijo que la nueva actitud de apertura al diálogo con ETA cuenta con todo su respaldo.Las entrevistas de Ardanza con los políticos vascos se han producido simultáneamente con las que Felipe González ha mantenido con los principales dirigentes parlamentarios. De estas conversaciones, sin que se haya plasmado en un plan concreto, se deduce, de acuerdo con lo que ha trascendido, que existe ese mismo nivel de consenso entre todos los partidos para hallar fórmulas que sean fácilmente compatibles con las que hoy exponga Ardanza a González.

En el Gabinete de Vitoria existe por primera vez en muchos años un clima de moderado optimismo -impensable hace sólo un año- sobre la posibilidad de que el problema del terrorismo entre en una vía de solución. Ese estado de ánimo, que se expone con gran prudencia, se fundamenta en el clima generalizado, de diálogo, en el reconocimiento público por el Gobierno central de los contactos con ETA y en la certeza de que sectores de mucho peso en la organización terrorista están decididos a buscar una salida política.

Con estos elementos sobre la mesa, en Ajuria Enea, sede de la presidencia del Ejecutivo autónomo, existe la seguridad de que ETA no aceptará ningún acuerdo que garantice únicamente la liberación de sus presos y el indulto de los exiliados. Ardanza hizo una afirmación tajante en tal sentido el pasado verano.

El objetivo del lehendakari al poner en marcha las consultas con las fuerzas políticas de la comunidad autónoma es tantear la posibilidad de un acuerdo político que, en paralelo al diálogo con ETA, resuelva mediante el consenso problemas que han servido de justificación y de bandera al terrorismo. Entre estas cuestiones se citan expresamente "algún tipo de reconocimiento del derecho de autodeterminación y Navarra", sin cuya solución "no estará resuelto el problema vasco aunque desaparezca ETA".

Medios próximos a Ajuria Enea reconocen que se trata en cierto modo de conseguir la cuadratura del círculo, porque el lehendakari ha limitado expresamente las iniciativas que puedan resultar consensuadas al marco del Estatuto de Gernika, pero afirman también que existen recursos que permitirán avanzar, aunque sea muy lentamente.

Gobierno central

El plan y las medidas resultantes deberían contar con el asentimiento del Gobierno central y de las principales fuerzas parlamentarias, con las que González mantiene una ronda de conversaciones, dentro de la cual recibe mañana al presidente de Euskadiko Ezkerra, Juan María Bandrés.

Otro síntoma que se valora con interés en Ajuria Enea es la comparecencia de Herri Batasuna (HB) a la invitación de Ardanza, "no tanto por lo que pueda resultar ahora mismo como porque puede contribuir a aproximar posiciones" y facilitar en el futuro un acuerdo político final que integre en las instituciones a los independentistas radicales.

Tras su entrevista con el lehendakari anteayer, el portavoz de Herri Batasuna, Tasio Erquicia, calificó de "francamente positivo" el encuentro y mostró la disposición de la coalición a participar en nuevas reuniones. Erquicia informó que había expuesto a Ardanza una propuesta basada en el reconocimiento del derecho de autodeterminación, la unidad con Navarra y la negociación política con ETA, junto con una crítica al Gobierno autónomo por su actitud "colaboracionista" ante las últimas operaciones policiales.