Gurméndez reflexiona sobre el placer y el dolor
La sensibilidad material del cuerpo es la base de los sentimientos del placer y del dolor, donde se originan a su vez, todos los demás sentimientos. Esa es una idea central de la obra Breve discurso sobre el placer y la alegría, el dolor y la tristeza (Ediciones Libertarias), de Carlos Gurméndez, presentada ayer en el Ateneo de Madrid.Escrito en clave hegeliana, o en una dialéctica constante entre el placer y el dolor, la alegría y la tristeza, el libro desarrolla algunos cabos sueltos de la anterior obra del autor, Teoría de los sentimientos. Para Gurméndez, que define el placer como el ser de la nada, y el dolor, como la nada del ser, la alegría es la profundización del placer, y la tristeza, el ahondamiento del dolor. En un Epílogo para libertinos, de un tono más liviano, Gurméndez define al libertino como un buscador del placer, en oposición al asceta represivo.
La obra más conocida de Carlos Gurméndez, madrileño de 68 años, es Tratado de las pasiones. También ha escrito El secreto de la alienación; El tiempo y la dialéctica y otras.
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