Los creadores de moda menores de 30 años prefieren lo tradicional
Los circenses trajes de las marsellesas Filles Lafines (Aurelia Lyon y Laurence Spinelli), notablemente una falda-globo terráqueo con iluminación y una indumentaria pisciforme con casquete-aleta incluida, fueron algunos de los diseños más aplaudidos en el desfile de jóvenes creadores de moda celebrado el pasado miércoles en el Palacio de Deportes de Barcelona, en el marco de la Bienal. Contrariamente a lo esperado, las propuestas arriesgadas y rompedoras fueron minoría, e incluso algunos diseñadores se decantaron decididamente por lo tradicional.
Veinticinco creadores menores de 30 años, procedentes de Francia, Italia, Portugal, Grecia, Yugoslavia y España -Barcelona, Madrid y Sevilla- presentaron cinco vestidos cada uno ante un numeroso público, predominantemente juvenil, que mostró sus preferencias por la osadía y la imaginación.La jornada de moda se abrió con una charla-coloquio del creador Ton¡ Miró. Ante un público de jóvenes, en el que se encontraban algunos de los diseñadores que luego presentarían su trabajo en la pasarela del Palacio de Deportes, Miró disertó sobre los problemas de la creación y el mercado y brindó suculentos consejos a los principiantes: "Para triunfar en esto se necesita trabajo, suerte y paciencia", resumió. "El diseñador cuando empieza, si es artista, no necesita de la industria; con un patronista y cuatro modelos con energía tiene bastante para sorprender. Lo único difícil es buscar el dinero para hacer eso tan importante que es un desfile y poder mostrar lo tuyo. Tienes que ir a ver a la industria cuando ya eres una realidad, nunca con las manos vacías".
Vuelta a lo clásico
En el Palacio de Deportes, Victoria Roman, directora de los Salones de Moda y responsable de la selección de los cinco creadores barceloneses, explicó el criterio seguido: "Lo que se aproxima más a lo que se lleva esta temporada, y la calidad de tejido y diseño".Stavros Antonopoulos, de Nicosia, abrió el desfile con creaciones sorprendentemente clásicas, una característica que marcaría la pasarela, al igual que un cierto despiste y falta de homogeneidad. Hubo que esperar a las Filles Latines para ver una propuesta de colección divertida y osada. Un portugués presentó unos vestidos que dejan visibles el pecho y el trasero, una especie de arlequín picassiano y un jersey con cruces y la moderna inscripción: In hoc signo vinces. Muy aplaudidos los sevillanos Virginia Serna con su colección Circuito Jerez, con un aire racing team en rojo, negro y blanco, con cuadros y rayas; y Javier Casado, inspirado en las patrullas de carreteras.
Con Veneno en Barra, de Barcelona, volvió la locura más divertida: coturnos de esparto, un individuo absurdo con una bolsa de papel en la cabeza, una joven vestal con tocado de cuernos y playeras.
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