Óscar Arias pide a los sandinistas que acepten un diálogo indirecto con la 'contra'
La mayor preocupación del premio Nobel de la Paz, el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, sobre la situación actual en Centroamérica es que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, todavía no ha aceptado la mediación del arzobispo de Managua, cardenal Miguel Obando, para negociar un alto el fuego entre el Ejército Sandinista y los contra. Así lo manifestó Arias, un socialdemócrata de 46 años, en una entrevista concedida a cuatro periodistas españoles en su despacho de San José.
"Ahora mi mayor preocupación es que el presidente Ortega no ha aceptado la mediación del cardenal Obando y Bravo y creo que esto es importante. Nosotros nunca hemos exigido un diálogo directo con la contra, pero sí podríamos pensar en un diálogo directo, a través de la mediación del cardenal. Recordemos que, despues de todo, el presidente Ortega ya aceptó al cardenal como jefe de la Comisión de Reconciliación Nacional. Yo creo que unos cuantos meses atrás jamás le pasaba al presidente Ortega (por la cabeza) que podría aceptar al cardenal en ningún tipo del comisión, porque lo veía como su peor enemigo", declara Arias.Para Arias, el problema más importante para realizar Esquipulas 2 es "el cese el fuego negociado, porque, sin un cese el fuego negociado, no va a ser posible alcanzar la paz. Un cese el fuego unilateral nos puede traer una tregua, pero treguas hemos tenido muchas en el pasado. Si queremos una paz duradera y estable, tiene que ser una negociación de un cese de hostilidades, que le de garantías a las dos partes".
A la pregunta de si resulta preocupante la reacción reservada de Estados Unidos ante la concesión del Nobel, Arias responde que ya sabe que "hay una discrepancia entre la posición de la Administración del presidente Reagan y la mía. La discrepancia consiste en que yo, por principio, nunca voy a estar de acuerdo en una salida militar al conflicto nicaragüense y, en general, a los conflictos en Centroamérica. Por ser un país (Costa Rica) civilista, creemos en el diálogo, creemos en una solución negociada, políca, jamás militar". Inmediatamente añade Arías que "el presidente Reagan cree que la contra ha servido para presionar a los sandinisilas a acercarse a la negociación. Yo tengo la interpretación contraria a esta apreciación. Yo pienso que la contra ha sido utilizada (por los sandinistas) como una excusa para abolir libertades, para hacer de Nicaragua una nación cada vez más cerrada, menos abierta, menos democrática. Si se quiere, más dictatorial. Ahí son puntos de vista diametralmente opuestos. Lo que yo he llegado a pedirle al Congreso norteamericano es que, antes del 7 de noviembre, no se vote ninguna nueva ayuda, porque esto sería utilizado como una excusa para no cumplir con el acuerdo de Guatemala y pienso que eso se va a respetar, que hasta el fin de noviembre no se va a solicitar la ayuda. Y, si se solicita, no se va a llevar a cabo ninguna votación antes de esa fecha. Así es que esperemos al 7 de noviembre y verán ustedes que no habrá nueva ayuda mientras tanto".
Estados Unidos
Arias opina que debe haber una negociación directa entre Nicaragua y Estados Unidos: "Yo, en privado y en público, en los Estados Unidos, dije que había temas ue lo mejor sería que los trataran directamente los Estado Unidos con Managua. Sin embargo, pienso que hay cierta resistencia de Washington, hasta tanto ellos no vean un poquito de más flexibilidad de parte de los comandantes. Pero todo lo que afecta a lo que ellos llaman la seguridad nacional de los Estados Unidos, todo lo que es desarme, asesores militares, el tamaño de los ejércitos, etcétera, todas esas cosas, pienso que deben ser negociadas directamente entre las dos partes".
Arias cree que la salida de la contra de Honduras "va muy amarrada" con el cese el fuego negociado, "en tanto que encontremos una solución al cese del fuego en Nicaragua, un cese de hostilidades negociado -recalca en la entrevista-, una de las cosas a negociar es qué se va a hacer con la contra: si se queda en Nicaragua, si se queda armada, si regresa a Honduras, si se vapa Miami, qué se yo". Habrá que decidir muchas cosas y, por eso, esto hay que negociarlo, esto hay que hablarlo".
Interrogado sobre el papel de Cuba, para contribuir a la paz de Centroamérica con su influencia sobre Nicaragua, Arias responde que "todo puede ayudar. Yo no he tenido contactos, pero yo sí creo que Fidel Castro tiene una gran influencia -recalcar- en los nueve comandantes. Si es necesario un acercamiento de mi parte a Fidel Castro, para lograr que él medie y logre una mayor flexibilidad en el Gobierno de Managua, lo haré. Yo no voy a dejar de hacer todo aquello que sea importante para lograr la paz
Arias declaró también que es posible que invite, "si la atmósfera es positiva" a todos los demás firmantes de los acuerdos de Esquipulas 2 -los presidentes de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua- a recoger con él el Nobel de la Paz, el próximo 10 de diciembre en Oslo.
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