Italia intentaba negociar en secreto la liberación de los tres ingenieros secuestrados por kurdos

El Ministerio italiano de Asuntos Exteriores, dirigido por el democristiano Giulio Andreotti, ha explicado su silencio sobre el secuestro de los tres técnicos italianos que trabajaban en una central eléctrica en Irak, al afirmar que deseaba poder llevar a cabo negociaciones "secretas" con los secuestradores. El portavoz del ministerio reconoció haber informado sólo a los familiares de las víctimas, a los que pidió también guardar silencio.El comunicado emitido el lunes por la misma organización kurda iraquí -que solicitó para la liberación de los tres ingenieros que Italia retire sus unidades navales del golfo Pérsico, no mencionaba la fecha del secuestro pero, al parecer, uno de los ingenieros lleva ya un mes en poder de los guerrilleros, que actúan con la bendición del imam Jomeini.

La noticia ha consternado a todo el país, especialmente porque ni siquiera el Gobierno estaba informado adecuadamente, ya que el primer ministro, el democristiano Giovanni Goria, confirmó los secuestros pero asegurando que los tres se produjeron hace cinco días.

El rescate exigido por la autodenominada Unión Nacional Iraquí del Kurdistán se presenta como un problema complejo y díficil de resolver, ya que el envío de las naves italianas al golfo Pérsico supuso una dura disputa dentro incluso de los partidos que sostienen al actual Gobierno.

Dirigentes comunistas como Giancarlo Pajetta, gran experto en, cuestiones internacionales, han llegado a poner en duda toda la historia del secuestro y se declaran extrañados de la existencia de esa organización guerrillera.