Irán amenaza con convertir el Golfo en otro Vietnam

Irán amenazó ayer con convertir el golfo Pérsico en un nuevo Vietnam, en respuesta al ataque norteamericano contra tres lanchas rápidas, iraníes, mientras en Washington el Congreso presiona a Ronald Reagan para que invoque la ley de Poderes de Guerra, que permitiría limitar la presencia naval estadounidense en la región. El secretario de Defensa, Caspar Weinberger, confirmó que el incidente de la noche del jueves se saldó con la muerte de dos iraníes, el hundimiento de una de sus patrulleras y la captura de otras dos pequeñas lanchas rápidas, sin que las fuerzas norteamericanas sufrieran bajas o daños. El representante de la República Islámica en la ONU, Said Rajai Jorasani, dijo ayer que la acción norteamericana es "una declaración de guerra".

Helicópteros artillados estadounidenses MH-6 abrieron fuego de ametralladora y cohetes, a las 2L50 horas del jueves (hora local), contra las lanchas iraníes después de que éstas, según Washington, dispararan contra un helicóptero de reconocimiento de EE UU. Teherán ofreció ayer una versión totalmente opuesta del incidente nocturno que duró sólo un minuto. "Fuimos atacados y respondimos derribando un helicóptero norteamericano", dijo la agencia de not,cias iraní Irna. También se refirió a que un buque norteamericano había sido alcanzado por los disparos. Washington ha negado rotundamente estas afirmaciones.El ataque se produjo tres semanas despúes de que Irán prometiera vengar la captura y destrucción por EE UU del buque iraquí Ajr, que, según la versión norteamericana, transportaba y colocaba minas en el Golfo. "El flagrante crimen del ataque contra nuestros barcos el jueves sólo puede reforzar nuestra resolución de continuar luchando", afirma el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Alí Akbar Velayati, en un mensaje que envió ayer al secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar.Implicarse en la guerra

"La intensificación de la política norteamericana de aferrarse con uñas y dientes en el golfo Pérsico indica claramente que la región esta a punto de convertirse en otro Vietnam", añade el mensaje, según reveló ayer Radio Teherán. La agencia oficial iraní advirtió a EE UU de la posibilidad de verse implicados en una "guerra no deseada".

El incidente refleja la escalada progresiva de la tensión en el Golfo, donde están concentrados más de 60 buques de guerra de Estados Unidos, la Unión Soviética y varios países europeos. Y para muchos observadores muestra la inevitabilidad de un cheque más serio entre EE UU y el régimen de Jomeini, enfrentamiento que algunos sectores de la Administración no rehuirían, como una forma de reivindicar la firmeza de la política exterior y la fortaleza militar de EE UU come poder mundial, y al mismo tiempo demostrar que Reagan no es un presidente disminuido.

Un crispado debate tuvo lugar ayer en el Senado, con los demócratas e incluso algunos republicanos urgiendo al presidente a que implique al Congreso en la situación del Golfo, "donde se están tomando decisiones de guerra y paz". La Casa Blanca sigue insistiendo en que lo sucedido no constituye un "peligro de inminentes hostilidades". Según la ley de Poderes de Guerra, votada en 1973 con motivo de la guerra de Vietnam, si las tropas de EE UU se encuentran en "peligro de inminentes hostilidades", el presidente está obligado a comunicarlo en 48 horas al Congreso, abriéndose un plazo de 60 días en el que el Ejecutivo debe retirar las tropas o afrontar una declaración formal de guerra.

"El presidente debe estar acompañado en esto [la presencia naval en el Pérsico], y si no es así, este país no necesita un Congreso", declaró ayer el senador republicano LoweIl Weicker, que añadió que lo ocurrido el jueves es, por cualquier definición, "hostilidades, y las hostilidades ponen en marcha la ley de Poderes de Guerra". Los opositores a su invocación defienden que es inconstitucional porque limita los poderes presidenciales en materia de política exterior, atando las manos al Ejecutivo, y juega a favor de los enemigos de EE UU enviando una señal de incertidumbre al resto del mundo. Reagan solamente se ha comprometido a mantener informado al Congreso del desarrollo de los acontecimientos en el Golfo.

Legítima defensa

Weinberger defendió ayer el ataque norteamericano como un acto de respuesta, en legítima defensa, a una provocación en aguas y en espacio aéreo internacionales, a 15 millas al suroeste de la isla iraní de Farsi, base de la flota de lanchas rápidas de los Guardianes de la Revolución, que está amenazando al tráfico mercante y de petroleros en la región. Farsi es también una terminal petrolera. Los pilotos no tenían que pedir permiso para disparar, tienen autoridad para responder automáticamente a un ataque, explicó el secretario de Defensa.

También dijo Weinberger que la patrullera hundida es una lancha rápida. Boghamar, de fabricación sueca, y de 13 metros de eslora. El ataque, un combate muy desigual, en el que los iraníes no podían hacer nada contra helicópteros que ven de noche con sensores de rayos infrarrojos, inutilizó a dos pequeños botes, Boston Whaler, propulsados por motores fuera bordas, como los que utilizan los veraneantes en las playas, que ayer fueron remolcados por la Marina norteamericana.. Los cuatro iraníes apresados recibe atención médica en el buque de transporte Raleigh. Posteriormente, se informó, serán devueltos a su país.