CASA mantendrá helicopteros de EE UU desplegados en Alemania Occidental
La empresa española Construcciones Aeronáuticas, SA (CASA), realizará el mantenimiento de los motores de helicópteros del Ejército de Tierra estadounidense desplegados en la República Federal de Alemania, según aseguraron ayer fuentes de la industria española de armamento. De acuerdo con estas fuentes, el contrato suscrito asciende a 35 millones de dólares anuales. Fuentes oficiales confirmaron la noticia y destacaron que el acuerdo se ha alcanzado coincidiendo con un momento "especialmente delicado" en la negociación sobre el futuro de las bases.
Los helicópteros, que están en la base de Sandhofen, son modelos Cobra, Sikorsky y Bell, entre otros. El contrato ha sido suscrito por la Agencia de Contratación Europea del Ejército de Tierra americano. Washington anunció hace más de año y medio las condiciones para participar en este programa, así como un segundo para hacer el mantenimiento en profundidad de los equipos más complejos de los helicópteros. Con respecto a este segundo, advirtió que la empresa elegida debía estar a menos de 200 millas de la mencionada base, razón por la que, automáticamente, quedaron excluidas las dos empresas que ya habían expresado su intención de competir por el contrato: CASA y Aisa, del grupo Ceselsa.La concesión del contrato de mantenimiento de los helicópteros se realiza dentro de lo previsto en el convenio complementario cuarto del Convenio de Amistad y Cooperación Hispano-norte americano, y precisamente coincide con un momento en que el Gobierno español ya ha anunciado su intención de denunciar ese convenio el próximo 14 de noviembre si antes no se alcanza un acuerdo entre Madrid y Washington para reducir la presencia militar estadounidense en España.
Actualmente, la empresa española seleccionada para el mantenimiento de motores de esos helicópteros realiza también el mantenimiento de varios modelos de cazabombarderos americanos desplegados en Europa, y entre ellos el de los F-15.
A CASA, empresa presidida por Javier Álvarez Vara, le ha llegado este contrato en un buen momento para la empresa por dos razones: la situación económica de la empresa -con números rojos- y el inminente acuerdo que el Gobierno español debe tomar para decidir si CASA -junto con la firma francesa Marcel Dassault y la española Inisel -o Ceselsa -junto con Israel Industries Aircraft (IAI) realizará el programa para modernizar los 24 aviones Mirage 3 del Ejército del Aire, vendidos a España precisamente por Marcel Dassault.
Para este programa existe un presupuesto de 20.000 millones de pesetas -que serán invertidos a lo largo de los próximos cuatro años- y la decisión sobre qué empresas lo realizarán debía haberse adoptado a finales de junio pasado, pero ha sido retrasada por motivos que no han sido revelados por el Ministerio de Defensa.
Motivos políticos
Ceselsa ha presentado su oferta con los israelíes -que ya tienen experiencia en la modernización de Mirage-, y fuentes de esta firma española aseguran que España adquirirá mayores ventajas tecnológicas si el proyecto elegido es el suyo. En fuentes militares, se indicó hace varias semanas que uno de los inconvenientes de la oferta de Ceselsa consiste en que uno de los prototipos del Mirage 3 tendría que ser enviado a Israel, extremo que no ocurre en el caso de la oferta CASA-Marcel Dassault.Asimismo, en medios industriales españoles se indica que en decisiones de este tipo tienen peso las circunstancias políticas, y que Francia mantiene estrechas relaciones con España en el campo militar y tecnológico.
Las reformas de modernización consisten, básicamente, en la sustitución de algunas computadoras del avión y en la construcción de unas pequeñas alas -llamadas canards- que serán colocadas en la parte delantera de los aparatos.
Tanto CASA, empresa pública integrada en el Instituto Nacional de Industria (INI) como Ceselsa, de capital privado, se han expresado estos días con optimismo con respecto a la consecución del programa.
De otro lado, la empresa Marconi Española ha conseguido un contrato por valor de un millón de dólares para fabricar componentes de equipos electrónicos utilizados por los cazabombarderos F-18A Hornet, de los que el Ejército del Aire español ha adquirido 72 unidades.
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