Los parlamentarios de UGT amenazan con votar contra los Presupuestos Generales del Estado

Los parlamentarios ugetistas -aproximadamente unos 40, pero en torno a la docena con cargo de plena responsabilidad en el sindicato- votarán contra los presupuestos del Estado si antes no se ha producido un acuerdo entre el Gobierno y UGT sobre retribuciones de pensionistas y funcionarios, según afirmaron ayer fuentes del sindicato. Las relaciones entre la central obrera y el Gobierno de González son cada día más tensas. Nicolás Redondo cuestionó ayer la reforma fiscal y afirmó que "todos se disfrazan de socialdemócratas, cuando en realidad son liberales conservadores".

Nicolás Redondo -que ayer intervino en las Jornadas sobre vivienda para marginados organizadas por la Fundación Anastasio de Gracia, en colaboración con UGT de construcción y la Dirección General de la Vivienda- señaló que no tenía aún decidido su voto sobre los Presupuestos del Estado. Sin embargo, según fuentes de la central socialista, no sólo Redondo tiene ya decidio su voto, sino que la ejecutiva está convencida que los parlamentarios con responsabilidad en UGT votarán contra los presupuestos, si antes no se produce un acuerdo entre el Gobierno y la UGT sobre retribuciones de pensionistas y funcionarios y desempleo. "No se va a dar ninguna indicación de voto", subrayaron estas fuentes, "pero no hace falta".Estos mismos medios afirmaron que ahora no se va a reproducir la situación vivida en UGT con motivo del debate sobre la reforma de pensiones. Entonces sólo Redondo votó en contra del proyecto del Gobierno. Ahora -se asegura- lo harán prácticamente todos los parlamentarios ugetistas.

Hecho histórico

No cabe siquiera la posibilidad de que el Grupo Parlamentario Socialista (integrado por 184 diputados) negocie con UGT enmiendas al proyecto de ley. Fuentes de la ejecutiva ugetista han aclarado que sólo se negociará con el Gobierno. "Nosotros, "afirmaron estos medios, "somos un sindicato y negociamos con el Gobierno, no con el Parlamento". Sólo un acuerdo entre Gobierno y central puede impedir lo que constituiría un hecho histórico en la centenaria vida de UGT.

Parlamentarios con cargo de alta responsabilidad sindical hay una docena aproximádamente; pero el número de diputados y senadores, vinculados estrechamente a la organización, puede subir a 40.

Tres son los puntos sobre los que UGT exige acuerdo antes de su debate en el parlamento: desempleo, pensiones y salario de los funcionarios. En el primer punto la central socialista plantea que se elaboren con sindicatos y patronal los presupuestos del Instituto Nacional de Empleo (Inem) que permitan una cobertura por desempleo que alcance al 48% de los parados. El mismo porcentaje al que el Gobierno se comprometió en el Acuerdo Económico y Social, y que no se cumplió.

Por lo que se refiere a pensiones, la UGT defiende una subida media de entorno al 6%, frente al 4% que ofrece el proyecto del Gobierno. Ayer, Nicolás Redondo cuestionaba una de las afirmaciones relizadas por Felipe González en su reciente aparición en TVE: la de que la reforma fiscal suponga un punto, más de aumento en las retribuciones. El secretario general de UGT afirmaba que al menos seis millones de personas, entre pensionistas y parados, no se benefician de las anunciadas reformas del IRPF, dados sus escasos ingresos. Y añadía que la reforma beneficia más al que más tiene.

Por último, UGT pide un 6% de subida salarial para los funcionarios, mientras el Gobierno ofrece un 4%. Y sobre todo el derecho de los sindicatos a negociar las retribuciones de este colectivo.