De la quinta de Gorbachov

Janos Berecz tiene 57 años, nueve meses más que el líder soviético, Mijail Gorbachov, a quien conoce personalmente.

Pregunta. ¿Qué esperan ustedes de Mijail Gorbachov, o del fenómeno Gorbachov?

Respuesta. Si hablamos del fenómeno Gorbachov, hay una dimensión de política interior y exterior. Primero quiere volver a dar dinamismo al partido y a la vida social y económica. Hay muchos obstáculos. Hay prepotencia, abusos, burocracia, y con esto ha de luchar. Por eso tiene la glasnost (transparencia informativa), pues lo que quiere sólo se puede hacer desenmascarando las cosas. Esperamos que este dinamismo se presente también en el Comecon. En cuanto a la política exterior, no sólo habla de la paz, sino que trata de evitar los callejones sin salida y busca las posibilidades de negociar. Si firman la opción cero, entonces tendremos una solución para 30 o 50 años. Hasta ahora todos los acuerdos se han limitado a frenar el armamentismo. Y éste sería un paso atrás en la carrera de armamentos.

P. ¿Cómo puede eso afectar a la vida interna de Hungría?

R. Nos va a dar una mayor seguridad en nosotros mismos, pues se han mejorado las condiciones internacionales para nuestro proceso de reformas. Ahora estamos pensando de una forma más valiente en nuevas respuestas a las preguntas.

P. Y en este nuevo contexto, ¿qué esperan ustedes de Europa occidental?

R. A finales de agosto estuve en la RFA en visita privada. Pero en Bonn pude hablar con los dirigentes de todos los partidos. El ministro de Asuntos Exteriores, Hans-Dietrich Genscher, me hizo la misma pregunta. Le respondí que lo primero que esperamos es la comprensión, que entiendan que estos cambios son para fortalecer el proceso de reformas, no el conservadurismo. En segundo lugar esperamos que no nos pongan más dificultades económicas, sino que colaboren con nosotros.

P. ¿Cree usted que la reunificación alemana sería un problema para su país?

R. ¿Que qué opino de la reunificación? No me atrevo a decírselo. Nuestra generación todavía va a vivir con estas dos Alemanias. Y nos conviene.

Y de nuevo se ríe.