Una auditoría revela irregularidades graves en la gestión del hospital Primero de Octubre, de Madrid

El Tribunal de Cuentas ha remitido al Congreso de los Diputados un informe con los resultados de la auditoría realizada a la ciudad sanitaria Primero de Octubre, de Madrid, correspondiente a los años 1981, 1982 y 1983. En la auditoría se denuncia la existencia de dos contabilidades independientes, descontrol tanto en la admisión de enfermos como en los movimientos de almacén y carencia técnica de los grupos de trabajo. El hospital Primero de Octubre, perteneciente al Insalud, tiene 1.487 camas y maneja actualmente un presupuesto que supera los 10.000 millones de pesetas.

La auditoría, aprobada el pasado 13 de julio, señala especialmente la falta de control interno existente en el hospital Primero de Octubre, así como la descoordinación administrativa y la falta de capacidad técnica de los grupos de trabajo. El período auditado se corresponde con un momento en el que se sucedieron varios directores, como Antonio Rodríguez Noriega y José Comunión, entre otros médicos del centro, al frente del hospital y antes de que la Administración crease la figura del gerente -no necesariamente médico, pero sí con formación económica- como responsable máximo de la gestión de los hospitales.El primer gerente técnico del hospital Primero de Octubre, Pedro García, ingeniero industrial, fue nombrado en mayo de 1986 y dimitió en febrero de este año, tras casi dos meses de conflicto en el centro por la adopción de algunas medidas como la creación de un servicio de admisión centralizado.

La auditoría señala que "las listas de espera para la hospitalización y consultas externas se llevan de forma distinta, según las consultas, dependiendo absolutamente del médico que está al frente de cada una". En cuanto a las irregularidades encontradas en la contabilidad financiera, señala y "ratifica el abandono, la ineficacia y los errores en áreas importantes de la gestión del hospital, tales como personal, gestoría de cargo, almacenes, etcétera".

Según la auditoría, existen errores e inexactitudes en los inventarios, relaciones y otros estados resultantes del proceso contable, faltas de concordancia entre balances, deficiente archivo de los justificantes, antecedentes, desgloses y otros documentos contables.

Contabilidad doble

El Tribunal de Cuentas ha observado asimismo la existencia de dos contabilidades independientes, financiera y presupuestaria, con preeminencia absoluta de la segunda sobre la primera, "aun por encima de la realidad económica", junto con el generalizado incumplimiento de la limitación en la realización de los gastos a los créditos disponibles. "Para obviar el control presupuestario", continúa el informe, "está la práctica extendida de registrar financiera y presupuestariamente adquisiciones inexistentes, de las que como prestación se derivan abonos indebidos a cuentas acreedoras".Sobre el funcionamiento de la unidad de personal, la auditoría señala graves irregularidades, entre las que destaca la ausencia de todo antecedente sobre algunos médicos que trabajan en el hospital, pero que no percibían retribuciones por ser extranjeros o militares procedentes de otros centros. Asimismo, no es posible conocer con precisión el personal que tiene el centro, "lo que ha quedado reflejado en varias actas de la junta de gobierno". El Tribunal ole Cuentas denuncia también la falta de control sobre la asistencia al trabajo, así como la realización de horas extraordinarias y guardias médicas superiores a las autorizadas por los preceptos legales, lo que ha dado lugar a dos sanciones de la Inspección de Trabajo, de cinco millones y 4.924.000 pesetas.

Tampoco ha existido el debido control del derecho de lo3 pacientes a la asistencia a cargo de la Seguridad Social por parte de las unidades de admisión.

Sin control

Sobre el funcionamiento de los almacenes de la residencia Primero de Octubre, el Tribunal de Cuentas denuncia también falta de control en la mayoría de los almacenes. Éstos carecen de fichas, recuentos y de cualquier tipo de indicación sobre los consumos realizados en ellos, permaneciendo además abiertos.La inmensa mayoría de los consumos registrados contablemente no refleja los movimientos del almacén, sino el resultado de estimaciones o diferencias entre dos inventarios, habida cuenta de las compras. A la sección de farmacia, por ejemplo, tienen acceso médicos, ATS y celadores, sin la debida vigilancia. Tampoco existe, el adecuado control de las peticiones de las plantas y gran parte de los justificantes de salida no tiene las firmas requeridas.

El Tribunal de Cuentas hace una serie de recomendaciones que incluyen el mantenimiento permanentemente actualizado del registro de personal, e insiste en la necesidad de que los registros contables sean reflejo de la irealidad económica. También han de corregirse los fallos graves observados en el cumplimiento empresarial de las obligaciones sociales, afiliación y cotización, "y que ser parte de la Seguridad Social no admite utilizarse como protección de las negligencias y anomalías detectadas".

Sobre la admisión de enfermos, el tribunal recomienda la rigurosa exigencia de la prescripción facultativa que justifique el ingreso, de la acreditación personal del paciente y de su condición de beneficiario de la Seguridad Social. En casos de urgencia, esta documentación e información deberá obtenerse con la mayor premura, sin perjuicio de la primera asistencia.

Señala asimismo que "ha de actuarse con la máxima diligencia en la valoración, facturación y cobro de los servicios prestados a no asegurados". Según el Tribunal ole Cuentas, es necesario también adoptar medidas que conduzcan a la adecuación de los datos contables a la realidad económica del centro, conciliación de las cuentas de enlace con otras dependencias del sistema de la Seguridad Social, el detenido análisis de cada operación (previo a su apunte contable), integrar en la contabilidad financiera y en la presupuestaria las operaciones que hoy se mantienen al margen de ellas (ingresos y gastos del banco de sangre y alquiler de televisores), sin perjuicio del destino a que puedan estar afectos estos recursos.