La pena de muerte, eludida
El llamamiento contra la pena de muerte que los abolicionístas esperaban del papa Juan Pablo II durante su estancia en Carolina del Sur no se produjo. En el cinturón de la muerte -tal como los opositores a la pena capital llaman a nueve Estados del sur de Estados Unidos-, 91 personas esperan el patíbulo.De las 16 personas condenadas en los tres últimos meses y que enaguardan ser ejecutadas, 11 de ellas se encuentran en las prisiones de los Estados de Tejas, Luisiana y Florida, que el Papa está visitando.
No hubo pronunciamiento oficial de Juan Pablo II en Carolina del Sur, donde según los abolicionistas -muchos de ellos católicos- "había indicios de que se produciría". No se descarta que en los próximos días el Pontífice realice un llamamiento de estas características, tan aguardado por los creyentes.
Un extenso informe fue facilitado ayer a la Prensa en los propios locales habilitados para los medios de comunicación por el episcopado norteamericano, que se halla comprometido en la lucha a favor la abolición.
El propio titular de la diócesis de Columbia asistió en enero de este año a los funerales de un ejecutado.
Asimismo, el papa Juan Pablo II dirigió hace unos años un mensaje pidiendo la abolición de la pena capital, cuya introducción en 36 Estados fue permitida en 1976 por una sentencia del Tribunal Supremo.
El portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valis, manifestó, a preguntas de este diario, que el tema era muy complejo, ya que cada Estado tiene su propia legislación y, por tanto, no existe un interlocutor central válido. Navarro añadió que el Papa cuando habla se refiere a principios morales generales.
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