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Aprender a vivir peligrosamente

Roberto Bodegas recrea en 'Matar al Nani' el último año conocido de Santiago Corella

Andrés Fernández Rubio

Al director Roberto Bodegas, de 55 años, le hubiese gustado que su película Matar al Nani, que se rueda estos días, llevara como título un verso de Louis Aragon: "El tiempo de aprender a vivir". El aprendizaje, en este caso muy duro, sería el de Santiago Corella, el Nani, que desapareció en noviembre de 1983 mientras se encontraba detenido por su presunta participación en un atraco. Bodegas recrea el último año conocido de la vida del personaje, y sobre el paradero de Corella hace pronunciar a su padre en la ficción una frase: "Me habéis matado a mi hijo".

La escena se rueda en un túnel subterráneo junto a la Puerta del Sol de Madrid. El Nani (Frédéric Deban) aparece acompañado por un delincuente amigo suyo en un coche descapotable. Va vestido un poco hortera, con una cadena en el cuello y ese aspecto fuertemente ostentoso que a veces ofrecen los que se han desclasado. Ambos tienen una discusión con unos jóvenes de la alta burguesía, a los que atracan. El coche se pone en marcha y se detiene junto a unos niños mendigos. El Nani, identificado y solidario con ellos, se muestra generoso arrojándoles el botín. Falta poco para que su pista se pierda en unas dependencias policiales.Tras desaparecer, se supo que el Nani estaba considerado como un testigo incómodo en una oscura trama de corrupción policial, entre delincuentes y joyeros. Esta trama, sobre la que ha planeado mucha oscuridad y obstruccionismo informativo, ha tenido ya como consecuencia tres muertos, además del desaparecido Nani.

"Colar un gol"

Los policías supuestamente implicados están pendientes de juicio, y para ellos pide el fiscal más de 100 años de condena. El propio ministro del Interior, José Barrionuevo, admitió en septiembre de 1986 que se había dejado "colar un gol" en este asunto. Roberto Bodegas, según dice, ha pensado la película, producida por Vicente Escrivá y Antonio Martín, como algo necesario, fuera de planteamientos de oportunismo comercial."Más que oportunista, me parece oportuna", añade. "A mí me ha interesado mucho la coyuntura sociológica, pero también la realista, en una historia con connotaciones universales; me interesa contar cómo alguien puede pasar de ser anónimo a convertirse en un mito por un fallo del engranaje social; también cómo aquellos pagados por la sociedad para protegerla pueden convertirse en factores de inseguridad, y el aspecto puramente humano, ya que el Nani, hasta que desaparece, es alguien que quiere desclasarse, y para ello toma el camino de la delincuencia".

Bodegas, autor de películas como Españolas en París o Vida conyugal sana y militante comunista, no cree en la capacidad revolucionaria del cine; en todo caso, en cierta capacidad transformadora. De ahí que no pretenda hacer un documento en Matar al Nani, "porque para eso haces un documental", sino una historia de alguien "a quien se ha escrito la vida sin él saberlo". Su pretensión última es que la gente diga: "¿Has visto la del Nani?".

Para llevar a cabo el proyecto de esta película, los productores consultaron con diversos estamentos. "Había que lanzar un globo sonda a ver cómo caía la idea en las altas esferas", dice Antonio Martín, "porque, aunque no existe la censura, hay otra indirecta: si nos hubiesen denegado las subvenciones, ya tendríamos un freno".

Martín señala que el Ministerio del Interior no ha puesto trabas, aunque tampoco ha prestado ayudas; por ejemplo, no ha cedido uniformes ni vehículos, aunque tampoco ha impedido que éstos se usen. "No creo que la película vaya a causar ninguna polémica", dice. "No va por el lado de aprovechar el escándalo -los hechos son paralelos a los reales, y sólo se ha mantenido el nombre auténtico en el personaje de Corella-, sino que puede tener éxito por la propia historia que se cuenta, en una línea de serie negra española".

El presupuesto del filme, según la información del productor, es de 150 millones de pesetas, con una subvención del Ministerio de Cultura aún no convenida y la compra de derechos de antena por Televisión Española. Martín no quiere decir cuánto se le ha pagado a la familia de el Náni por aprobar la utilización de la imagen de Santiago Corella en un guión escrito por Vicente Escrivá.

Para interpretar al protagonista se eligió, entre unos 150 candidatos españoles y extranjeros, al francés de 22 años Frédéric Deban. Anteriormente ha intervenido en siete películas; entre ellas, Palabra de policía, junto a Alaín Delon.

Héroe a la fuerza

Cuando supo que su nombre sonaba para el papel de el Nani viajó a Madrid y consiguió el trabajo. No habla español y afirma no saber mucho sobre Santiago Corella, salvo unos extractos del libro publicado por el periodista Santiago Aroca. Su idea sobre su personaje es que se trata de un hombre "no contento con lo que tiene y que sueña con algo más. Su tragedia es que haya tenido que desaparecer para convertirse en un héroe. Si hubiera muerto en un atraco, como otros, habría pasado casi inadvertido. En este sentido, sí es un héroe a la fuerza".Otros actores que intervienen en Matar al Nani, entre más de 80, son Cherna de Miguel y Eulalia Ramón.

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