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A cualquier hora y en cualquier lugar

Las máquinas expendedoras de preservativos se introducen en España

Las máquinas automáticas de venta de preservativos se han introducido rápidamente en España y con considerable éxito, a tenor de la velocidad con que se agotan sus contenidos. Si bien su presencia sigue provocando risillas de rubor y muecas de asombro entre quienes entran al servicio de cualquier pub y advierten, junto al lavabo, el novedoso aparato, se espera que aumente la utilización de los preservativos, sobre todo entre los jóvenes, al poder adquirirlos en los lugares que habitualmente frecuentan. Esto evita tener que acudir a la farmacia para ello.

El encuentro con la máquina está dejando de sorprender en aquellas ciudades españolas con un importante número de visitantes extranjeros, ya que se pueden encontrar en cualquier local de moda. Y además, señalan sus propietarios, es habitual que se agote el contenido de las mismas -unos doscientos preservativos- en una sola noche, tanto en los servicios de caballeros como en los de señoras. Lo que demuestra que con las campañas realizadas en todos los países para prevenir el SIDA, el miedo a contraer la enfermedad afecta a todos. Tanto hombres como mujeres se muestran igual de cautos.En EE UU, país donde el Sida se ha convertido en una auténtica obsesión, los preservativos se han lanzado como un producto estrella y se pueden adquirir, igual que ocurre en varios países de Europa, tanto en una tienda de productos de belleza que en un supermercado.

Según opina Ignacio Osset, dueño de las máquinas de extracción de preservativos Panoramich, "en nuestro país los puntos de venta de preservativos no están tan extendidos como en EE UU, aunque con la instalación de las máquinas, sin duda, los lugares de venta se generalizarán en muy poco tiempo".

Clientela

"La colocación de las máquinas en los bares", continua Ignacio Osset, "está resultando sencilla ya que los propietarios de los establecimientos, sobre todo cuando la clientela de su establecimiento es gente joven, quieren dar este nuevo servicio a sus clientes. Sin embargo, todavía cuesta convencer a aquellos propietarios que tienen más edad". Por su parte, el presidente del Comité Anti-sida, Héctor Anabitarte, piensa que la importancia de estas máquinas estriba sobre todo en el hecho de que los jóvenes puedan comprar los preservativos en los lugares que habitualmente frecuentan. "De esta manera", dice, "es más probable que los utilicen en sus relaciones sexuales". "Espero que la implantación de estas máquinas facilite su utilización en nuestro país, donde acudir a una farmacia a comprar un preservativo sigue cortando a la gente".Las campañas que señalan el uso del preservativo como el medio más eficaz de evitar el contagio del SIDA, unidas al continuo aumento de esta enfermedad, están empezando a surtir efecto. Según los últimos datos facilitados por la compañía de estudios de mercado Nielsen, entre abril de 1986 y marzo de 1987, sólo en las farmacias, las ventas de preservativos aumentaron un 10%. Se ha pasado de una venta de 60.800.000 unidades de preservativos a 66.600.000 unidades. ,La recaudación ha subido de 2.830 millones de pesetas a 3.470 millones; en este marcado incremento ha influido sin duda el aumento del precio del preservativo, en un 12 %, en sólo unos meses.

La venta de ciertos preservativos sin marca, cuya calidad -y, por lo tanto, la seguridad de los mismos- era muy deficiente, ha obligado a Sanidad a establecer una normativa que empezará a regir este mismo mes por medio de la cual se exigirá para su comercialización un etiquetado claro, con los datos y forma de identificación del fabricante. En el envase del producto deberá ir también un gráfico explicativo de las condiciones de uso. Los establecimientos que los vendan, excepto las farmacias, deberán notificarlo a Sanidad y estarán sujetos a vigilancia de ese departamento.

El lugar de ubicación de las máquinas dentro de los locales es el recinto del servicio, pero se puede encontrar incluso dentro de la propia sala, como en el pub Tecnogénia que la exhibe junto a la máquina de tabaco. Según los camareros, cuando más se utiliza es durante el fin de semana, pero piensan que si estuviera en los servicios se utilizaría mucho más.

Precio

El otro problema que presentan los preservativos, es su alto precio. Mientras que en las máquinas el precio del preservativo es de 100 pesetas la unidad (o las dos unidades dependiendo de la máquina), en las farmacias, donde los preservativos se venden por cajas y no por unidades, el precio ronda las 500 pesetas cada caja con un contenido de diez o doce unidades.Según Anabitarte, el precio de los preservativos es excesivo "sobre todo si lo que se pretende es que lo utilicen los jóvenes que tienen una economía limitada". "También, habría que llevar estas máquinas a los cuarteles", añade Anabitarte, "pero no ya por el SIDA, sino sobre todo por razones de higiene, aunque repito que con su alto precio y el sueldo de 800 pesetas que tiene un soldado es imposible que los pueda adquirir".

Para Héctor Anabitarte sería interesante que algún organismo oficial estudiase la posibilidad de dar alguna subvención a los fabricantes de preservativos. Quizá con esto se consiga que el precio de los mismos descienda y con ello, aumente su utilización.

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