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La prosperidad de las islas Canarias

Las peculiaridades de las islas Canarias en todos los terrenos, también en el económico, y los intentos llevados a cabo para mantener una estructura de libre comercio junto a medidas de protección para determinadas producciones no obedecen a otro objetivo que tratar de conseguir eliminar la secular distancia que separa el nivel de vida de los habitantes de las islas del resto del Estado español.

De todos es sabido que las islas Canarias componen un excitante y relativamente virgen universo en miniatura para los aficionados a las ciencias naturales con sus casi 15.000 especies de flora (300 de ellas únicas en el mundo) y con su particular fauna marítima. También el archipiélago tiene el carácter de bullicioso microcosmos para los estudiosos de la sociología y la economía política: la variedad y complejidad de los fenómenos que se producen en un espacio físico y económico tan reducido llama poderosamente la atención a cualquier estudioso.Quizá por estas mismas razones muchos políticos e intelectuales cuando se han acercado a la realidad de las islas se han quedado en la superficie del microcosmos con que se tropezaban, ya que probablemente han estimado que una profundización en este campo suponía una pérdida inútil de tiempo y esfuerzos, pensando que las experiencias que pudieran adquirirse sobre las islas no eran trasplantables a la Península.

Esta falta de interés por lo diferente ha llevado a que se haya instalado, no solamente en amplias capas del pueblo español sino también en muchas personas cuya formación nadie puede dudar, una serie de tópicos simplificadores, muchos de ellos bastante alejados de la realidad. Y no hay duda de que estas faltas de comprensión crean distancia, y que cuando se generalizan a gran parte del cuerpo social pueden llevar a procesos más complejos en el futuro.

En esos clichés sobre las islas se han mezclado casi siempre conceptos vagos de Canarias como paraíso turístico, con el famoso aplatanamiento, con una imagen difusa de puertos francos sinónimo de relojes y electrónica barata y de Mercedes Benz, y con una idea fuerza en el fondo. De que es un sistema mantenido en los privilegios frente al resto del país, privilegios que lógicamente llegan en muchos casos a producir imitación.

Ahora bien, algunos de estos clichés no resisten el más elemental análisis objetivo. ¿Cómo es posible mantener el concepto de sociedad basada en privilegios cuando su renta per cápita sólo llega al 87% de la media nacional, es la tercera comunidad más pobre del España, el paro es del 26,7% de la población activa, y si se analizan algunos indicadores parciales de bienestar vemos que existe, por ejemplo, la peor situación sanitaria y de viviendas del país, el menor número de kilómetros de carretera por habitante, por no hablar del gravísimo problema del agua, no sólo del coste, sino de su agotamiento, o de los problemas educativos ya en fase de resolución tras un tremendo esfuerzo financiero por el Gobierno autónomo, o del transporte?

Pero además el balance de las transferencias públicas Peninsula-Canarias es favorable a la Península contabilizando el déficit público, es decir, que el Estado recibe más de lo que se gasta en las islas.

Distintas realidades

Quizá la raíz de este cliché resida en que colectivamente no hayamos superado el jacobinismo y que se siga confundiendo la falta de uniformidad con el privilegio. Posiblemente no se ha comprendido del todo que en una tropa no todos calzan el 42. Pedir privilegios sería pedir dos pares de botas, pero no pedir unas botas del número que uno necesita.

La flexibilidad es la que ha posibilitado a la débil base económica de las islas adaptarse a un entorno cambiante, previendo lo que va a pasar y crecer con la coyuntura mundial. Así podemos entender el fenómeno de que Canarias haya crecido en 1986 un 5,6% frente a un 3% del resto de la nación con una inflación de más de tres puntos por debajo de la media nacional, al igual que lo hiciera en las décadas de los setenta y las de los sesenta, compensando en parte su pobreza histórica aunque sin llegar como se dijo anteriormente a los niveles medios del país, y que en los momentos de uniformización y falta de flexibilidad y limitación de su comercio exterior (período 1936-1959) haya prácticamente languidecido con ritmos cercanos a la mitad de la media nacional y con inflación bastante mayor, y lo que es peor, se haya visto obligada a expulsar a miles de emigrantes hacia Suramérica, en una economía moribunda y exhausta incapaz de crear empleo.

Por paradójico que parezca, la lucha por la flexibilidad y la libertad de comercio para todos los territorios aislados ha sido históricamente la lucha por su integración y acercamiento a los hinterlands. Sin transporte o sin comercio o con transporte o comercio caros o malos la vida económica en las islas y territorios alejados se esclerotiza y muere. La libertad, la flexibilidad y los tratamientos adaptados acercan a las islas; la rigidez aleja, y no sólo económicamente, y ahí están las lecciones políticas del siglo XIX de España con América del Sur cuando España limitó el comercio de las colonias e impuso el derecho de bandera, impidiendo que ese continente se beneficiara del libre comercio y forzándolo a su independencia.

La defensa de los llamados puertos francos y del peculiar sistema de integración a la CEE es por algo más que por la defensa de cuatro comercios de indios. Ha sido por no empobrecerse aún más, al alejarse del mundo económico que ha rodeado a las islas, por evitar las enormes desviaciones de comercio, ya que la región tiene más de un 50% de su comercio exterior con países fuera de la CEE a 11 excluyendo carburantes, y realiza muchas de las importaciones de la CEE a precios dumping, compensando de esa forma los costes de lejanía con estos productos subvencionados de Europa. Si compleja e interesante es su realidad presente, más lo es su futuro.

Sin privilegios

Se piensa en muchos círculos que si se actúa con inteligencia hay bastantes potencialidades de crecimiento en algunos sectores aunque existen graves factores retardatarios y limitativos. Un factor llama la atención: la extraordinaria juventud de la población, con un 50% de menos de 25 años y un 33% de menos de 16 años, factor que puede revolucionar todo el sistema.

A este pastel hay que añadirle su peculiar situación frente a la CEE y frente a terceros países, y no hay que olvidar el juego de las variables externas geoestratégicas derivadas de los temas calientes que gravitan por la zona, OUA, conflicto del Sáhara, acuerdo con Marruecos, situación de las islas en la ruta del petróleo hacia Europa, etcétera.

Este conjunto de problemas diferentes de los del resto del país, unido a una realidad tan compleja como la existente, no hay duda que exige tratamientos adaptados, y la respuesta que se ha dado muchas veces, de que el status canario diferenciado es un privilegio, llega a la categoría de mofa e insulto.

En estos instantes, Canarias está dignamente apostando, al seguir una trayectoria de casi cinco siglos, por la única alternativa que cree que tiene, para no agravar aún más su diferencial de pobreza con el resto de España. Compatibilizar con flexibilidad las ventajas del comercio internacional libre (aprovechando su situación geográfica que amortigüen su lejanía y fragmentación de su mercado interior) con la protección de algunas de sus producciones internas para aprovechar sus potencialidades endógenas.

Eso sí, pendientes de los sustos que el BOE le ofrece de cuando en cuando, desconociendo que existe una España diferente en el paralelo 27º. Quizá también la apuesta más importante que está realizando es la resolución de los graves problemas; educativos y de formación, sector al cual le ha dedicado porcentajes durante los últimos años, porcentajes cercanos al 70% de su presupuesto, con soluciones; casi a la cubana, o a la austriaca.

Por ello, espero que el preocupado por las ciencias sociales, cuando se asome a Canarias., descubra que no solamente "lo pequeño es hermoso", como versa la obra de Schumaker, sino, que este microcosmo está lleno de vida en ebullición, con muchos riesgos, con todos los riesgos que la vida misma implica.

Rafael Molina Petit economista del Estado, fue consejero de Economía del Gobierno de Canarias.

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