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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Federalismo y autonomía

Con el título ¿Un desarrollo federal de sistemas de las autonomías?, Jordi Solé Tura nos presenta un curioso e interesante artículo en EL PAÍS del 29 de agosto de 1987. Ya nos causó sorpresa la noticia en la tele, y ahora seguimos tan turbados como confundidos sobre un tema que consideramos muy profundo. Hoy, que se nota un resurgir de los nacionalismos, tanto de derechas como, inexplicablemente, de izquierdas, no vemos muy claro cómo podrían desarrollarse unas concepciones federalistas en el estrecho marco de las autonomías que hoy existen en España.Dejando de lado las esencias que hoy ordenan la vida política del país, el señor Solé Tura intenta argumentar unas posibles soluciones para dar cierto giro federalista a las autonomías. Nos parece un terrible salto mortal sin red, ya que las autonomías fueron concebidas como pequeños núcleos de poder controlado o, dicho de otro modo, sucursales del poder central en cada región. Y nos atrevemos a pensar que el fuerte resurgir de los nacionalismos responde más bien a un descontento popular, ya que los objetivos que se proponían los teóricos del autonomismo han sido mera frustración.

El insigne filósofo y publicista Francisco Pi y Margall fue el primer español que introdujo el federalismo al identificarse y traducir todo el pensamiento del padre del federalismo institucional, el francés Proudhon. Desde mediados del siglo pasado, el sentimiento federalista hizo mella en el tejido del pueblo español, siendo sus máximos y dignos representantes el Partido Federal con PI y Margall a la cabeza, los medios obreros y la rama bakuninista mayoritaria de Anselmo Lorenzo. Esta rama está representada hoy por la CNT, única organización existente en España que es y se define auténticamente federalista.

Asistimos en estos momentos a un ataque sistemático en contra del federalismo, ya que el Estado es su antítesis, y tanto la derecha como la izquierda (marxista) tienden a fortalecer el centralismo estatal, así que comprendemos mal cómo puede el PSC-PSOE preparar un documento-ponencia para desarrollar el sistema, federalista en un país donde se ha intentado arrancarlo de cuajo, primero con el exacerbado absolutismo fran-

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Federalismo y autonomía

Viene de la página 9quista, y luego, con la actitud de los comunistas, fortaleciendo un centralismo estatal a la vez que un regionalismo que podría ser también centralista, al ejercer la capital un dominio directo sobre el resto de los pueblos de la región, como, por ejemplo, Valencia sobre Alicante y Castellón, y Barcelona en cuanto a Tarragona y Lérida, y así sucesivamente, y llegando a la recreación de los reinos de taifas, con sus luchas y ambiciones territoriales hacia la desintegración total.

O sea que, tal y como se presentan hoy las autonomías, y con el ambiente disgregador de derechas e izquierdas, pensar en una solución de este tipo es pura demagogia, ya que el concepto federalista no sólo es político y administrativo, sino un concepto ideológico y estado de conciencia, y hoy la sociedad española, empujada teóricamente por la izquierda marxista y, la derecha confusa, tienden más que nada a la continuidad de un Estado centralista más o menos flexible.- Salomé Moltó. .

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