AP muestra su oposición a todos los proyectos de presupuesto porque aumentan la presión fiscal
El portavoz de AP, José María Álvarez del Manzano, afirmó ayer que, aunque desconocía en detalle los cinco proyectos de presupuestos para 1988 elaborados por el gobierno municipal, AP no dará el voto favorable a ninguno de ellos, ya que todos aumentan la. presión fiscal y su grupo desea su congelación. A su juicio, como mínimo la presión subiría tanto como el índice de precios al consumo, lo que considera excesivo.
Fiel a esa absoluta congelación, Álvarez del Manzano recordó las líneas de su oferta electoral: supresión de la tasa de cementerios de la vigilancia nocturna y abaratamiento del precio de la tarjeta de la ORA, que, además, tendría una mayor duración. También manifestó que su grupo se opondrá a cualquier subida de la contribución urbana y a la revisión de los valores catastrales. AP, según su portavoz, hará hincapié en que las inversiones se dediquen preferentemente a viviendas y mejoras de accesos y tramos viarios que redunden en paliar "el caos del tráfico madrileño".Los impuestos municipales tendrían que ser incrementados para el próximo año en un 4%, según el estudio que el concejal de Hacienda, Alfredo Tejero, ha enviado a los distintos partidos de la oposición. Los cinco supuestos elaborados por Hacienda para su discusión política contemplan, además de los impuestos municipales, otros sistemas para que los ingresos se incrementen en unos porcentajes que oscilan entre el 6% y el 11%. Del porcentaje de incremento de los ingresos, según Hacienda, dependerá que la inversión en los próximos cuatro años se sitúe entre los 40.700 y los 57.700 millones de pesetas.
La alternativa que Tejero presentará como más ventajosa a la comisión de gobierno que se reúne mañana en sesión extraordinaria es la que fija un presupuesto para 1988 de 121.000 millones de pesetas, con un incremento anual de 8.000 millones en gastos corrientes y una inversión para los cuatro años de 49.200 millones. "Ello exigiría aumentar para 1988 los ingresos en un 11% y un porcentaje similar al IPC los tres años restantes", dijo Tejero.
Una parte de este 11%, según la propuesta, se lograría con la subida de la presión fiscal municipal en el mismo porcentaje que la inflación. El resto de los ingresos se obtendría con la puesta en marcha de la ley de Financiación de las Corporaciones Locales, la mayor participación en la inspección de la licencia fiscal y el aumento de las transferencias estatales.
"Lo que no se puede pedir es que el Ayuntamiento no suba sus impuestos y sí en cambio aumente su volumen de inversiones a costa del Estado, pues eso sería depender sólo de los impuestos estatales", afirmó Tejero. "Si los madrileños somos conscientes de que hay que mantener la presión fiscal municipal en términos reales, estaremos en mejor disposición de exigir mayores transferencias del Estado, porque lo que está claro es que el sector público local necesita incrementar sus prestaciones", dijo.
"Defender la congelación .absoluta de impuestos durante cuatro años supondría una degradación progresiva en la prestación ¡de servicios o de las inversiones públicas", añadió.
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