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GOLPE FRUSTRADO EN FILIPINAS

Reagan, satisfecho por el fracaso de la rebelión

El presidente norteamericano, Ronald Reagan, expresó en la tarde de ayer, en un mensaje oficial difundido por la Casa Blanca, su satisfacción por la derrota de los rebeldes filipinos y expresó su determinación de "continuar respaldando estrechamente los esfuerzos de la presidenta Corazón Aquino por reforzar la democracia en Filipinas".Reagan, que está de vacaciones en California., mantuvo frecuentes conversaciones con miembros de su equipo para mantenerse informado durante los momentos más críticos de la rebelión filipina, según afirmó el portavoz oficial, Mervin Fitzwater. El Departamento de Estado, por su parte, creó un grupo de expertos para seguir de cerca el desarrollo de los acontecimientos, según informó la portavoz Phyllis Oakley.

El Pentágono, entre tanto, ordenó a los más de 16.000 soldados que mantiene en sus dos importantes bases en el archipiélago filipino -Clark y Subic Baby- que se mantuvieran en sus cuarteles y no salieran, salvo en caso de fuerza mayor. Un portavoz militar precisó, sin embargo, que las tropas no fueron pijestas en estado de alerta, aunque se les advirtió que no se dejaran implicar en tiroteos o en situaciones que pudieran ser conffictivas.

El influyente senador nortearnericano Richard Lugar pidió ayer que tanto la Casa Blanca como el Congreso aumenten lo antes posible su ayuda económica al Gobierno de Aquino para asegurar su continuidad. El acuerdo para la utilización de las bases militares representa un ingreso de 900 millones de dólares (unos 110.000 millones de pesetas) durante cinco años, suma complementada con 200 millones de dólares extras cuando Aquino obtuvo el poder en febrero del año pasado.

Lugar, considerado el mayor experto en Filipinas dentro del Congreso norteamericano, dijo que no creía que el ex dictador Ferdinand Marcos estuviera detrás del compló.

Según explicó, el movimiento rebelde se originó en pugnas internas dentro del Ejército acerca del modo de conducir el combate contra la guerrilla. comunista y el descontento por la política de ascensos.

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