Fernández Ordóñez propuso hace meses el relevo de Puente Ojea

El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, propuso hace cuatro meses al presidente del Gobierno "la conveniencia" de relevar al embajador de España ante la Santa Sede, Gonzalo Puente Ojea, debido a que las jerarquías eclesiásticas "habían logrado reducir drásticamente" la eficacia del diplomático por considerarlo inadecuado para el puesto, según fuentes oficiales.

Las presiones de los obispos españoles para lograr el relevo se sumaron a las acciones de jerarquías vaticanas, que según fuentes de Exteriores, habían llegado a crear "una campana de aire" en tomo a Puente Ojea. Sin embargo, en medios diplomáticos en Roma se considera que las mayores presiones han sido de los obispos españoles más conservadores, ya que en el Vaticano se había llegado a aceptar, no sin resignación, a Puente Ojea.

Fernández Ordóñez hizo esa propuesta de relevo al jefe del Ejecutivo durante una de las habituales entrevistas que Felipe González mantiene los lunes con el titular de Asuntos Exteriores.

González acepta

Durante la conversación, dicen las fuentes informantes, "González aceptó las explicaciones del ministro", quien le comunicó su opinión de que la eficacia del embajador, a pesar su gran valía y profesionalidad, era muy reducida debido a la fuerte presión que en su contra ejercían los obispos. Fuentes diplomáticas han indicado que el problema fue planteado en la reunión de un Consejo de Ministros celebrado hace aproximadamente dos meses. En esa reunión, Francisco Fernández Ordóñez volvió a defender la conveniencia del relevo, y Felipe González se mostró de acuerdo. Otros ministros, como el titular de Justicia, Fernando Ledesma, se mostraron en contra de la sustitución, según esas fuentes.

Algunos altos cargos de la Administración opuestos al relevo destacaron en su día que ya se sabía, desde el mismo momento del nombramiento, que Puente Ojea no era considerado por las jerarquías eclesiásticas la persona adecuada para el cargo de embajador ante la Santa Sede. De hecho, las autoridades vaticanas tardaron dos meses y medio en conceder el placet para la designación de Puente Ojea.

Otras fuentes consultadas ayer señalaron que Fernández Ordóñez se había mostrado más propicio a relevar a Puente Ojea por el hecho de que éste no le había comunicado con prontitud su decisión de divorciarse, extremo que desató la mayor ofensiva eclesiástica.

Fuentes oficiales señalaron, no obstante, que Puente Ojea comunicó muy pronto su intención de divorciarse al subsecretario de Exteriores, Fernando Perpiñá, y éste informó al ministro.

Cuando los altos cargos del departamento conocieron esa decisión personal del embajador, se quedaron "aterrados", en expresión de una fuente del partido socialista, al temer una reacción negativa de las autoridades eclesiásticas de Roma o del episcopado español.