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Escepticismo en el Magreb sobre el alcance del acuerdo policial entre Madrid y Argel

Medios diplomáticos occidentales en el Magreb consultados por este periódico estiman como "un paso importante" la decisión del Gobierno argelino de facilitar, en intercambio, que un comisario de policía español se establezca en el país magrebí para vigilar el seguimiento del pacto suscrito en noviembre de 1986 para que Argelia acoja a una treintena de miembros de ETA en su territorio. Sin embargo, estos medios se muestran "escépticos y reservados" ante el alcance real del trabajo de información a realizar.

Las fuentes consultadas creen que "es significativo" que el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, haya viajado a Argel cuatro veces en menos de un año, lo que confirma, para estos medios, que el Gobierno español "viene librando un pulso que, al menos en esta ocasión, ha dado un resultado concreto: introducir un comisario de policía en la Embajada de España en Argel". Mientras, sectores de la cúpula dirigente del Frente de Liberación Nacional (FLN), partido único argelino, estarían interesados en que una representación política, y no policial, del Gobierno español se entreviste directamente con representantes de ETA en territorio de este país magrebí, según cualificadas fuentes que conocen en profundidad la política de Argel. Estas fuentes agregaron que Argelia sigue considerando oficialmente a ETA Militar como un movimiento de liberación nacional y no corno una organización terrorista. Las intenciones del Frente de Liberación Nacional, nunca reconocidas públicamente, pero sí manifiestan a nivel reservado, expresan una voluntad política, constantemente reiterada por Argel, de ser un país mediador de conflictos.

Argelia era, hasta el momento, el único país magrebí en el que el Gobierno español no tenía destinado a un miembro, de los servicios de información bajo la cobertura de agregado a la correspondiente embajada española. Este agregado suele ser, en los países de la zona, un militar adscrito al Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) que en algunos países tiene el empleo de coronel, y en otros el de teniente coronel o comandante.

En Argelia han existido siempre dificultades a la hora de establecer una antena de los servicios de información. Con todo, la Embajada española en Argel comprende una agregaduría del Ejército de Tierra, que ha sido ocupada siempre por especialistas en inteligencia, en ocasiones hasta dos al mismo tiempo: el titular y el agregado adjunto.

Sin embargo, el Ministerio español de Defensa no es partidario de que las antenas del CESID en el Magreb se involucren en labores informativas sobre terrorismo, por lo que prefieren que esta tarea la desempeñe un funcionario policial o un oficial de la Guardia Civil.

Las fuentes consultadas recalcan lo difícil que es obtener información en Argelia, y más aún sobre aspectos relacionados con los etarras allí acogidos, que cuentan con la protección tácita del Comité de Solidaridad y Amistad con los Pueblos, oficina que tiene una posición relevante dentro del Frente de Liberación Nacional al mantener vivo un principios político que el régimen argelino considera básico: la ayuda y protección a los movimientos de liberación del mundo.

Dos actitudes

Expertos en cuestiones argelinas consideran que dentro de la cúpula del FLN se pueden diferenciar dos actitudes con respecto a las relaciones que se deben mantener con el Gobierno español: algunos dirigentes del partido único argelino están aparentemente interesados en mantener un nivel de cooperación estable con España, mientras que otros consideran que "el doble o el triple lenguaje" debe presidir las relaciones con Madrid. Entre los primeros, según las fuentes consultadas, figuraría el nuevo ministro del Interior, Hadi Jediri, un tecnócrata próximo al presidente Chadli Benyedid, miembro del comité central del FLN y anterior director general de la Seguridad Nacional. En el segundo grupo estarían Sadek Zuaten, responsable del Comité de Solidaridad y Amistad con los Pueblos y también miembro del comité central del partido, as¡ como un destacado grupo de mandos militares, entre los que se encuentra el general Lahat Ayad, jefe de los servicios secretos argelinos.

Ayad está considerado como el hombre que negoció en Gabón el traslado desde este país centroafricano a Argel del fallecido dirigente etarra Txomin Iturbe Abasolo y el responsable que supervisó la expulsión a Malí de los etarras del comando Madrid Ignacio Aracama Mendía y María Belén González Peñalva.

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