Donar órganos

La ley de donación de órganos deja alguna laguna de dificil ínterpretación en lo que se refiere a la forma de definir quién es donante. En la práctica, y contestando a doña Emina Moreno Sanz (EL PAÍS, 9 de agosto de 1987, página 9), no hay listas de donantes ni oficiales ni eficaces. Ante un cadáver potencialmente donante hay que acudir a la familia y solicitar autorización (no es lo que la ley dispone, pero es lo que siempre se hace). Por tanto, lo más eficaz es que cada persona difunda su deseo, en uno u otro sentido, en sus círculos sociales (familia, trabajo, ocio), que serán los que, en su momento, podrán hacerlos valer).También puede, sin excluir lo anterior, ponerse en contacto con unidades hospitalarias especializadas en las enfermedades de los órganos más frecuentemente trasplantados (especialmente nefrología, oftalmología, cardiología), donde facilitarán la dirección de alguna asociación con listas, sistema de momento menos útil pero que hay que fomentar.-