El helicóptero de Reagan estuvo a punto de chocar con una avioneta sobre su rancho de Santa Bárbara
AGENCIAS, El presidente norteamericano, Ronald Reagan, ha empezado sus vacaciones con un tremendo susto, del que él, sin embargo, ni siquiera se enteró. El helicóptero en el que viajaba el jueves a su rancho de Santa Bárbara, en California, estuvo a punto de chocar, cuando se disponía a aterrizar, con una avioneta cuyo piloto cometió un error de navegación. Éste, que fue detenido tras una espectacular persecución en helicóptero durante 75 kilómetros, ya ha sido puesto en libertad al comprobarse que no tenía intenciones delictivas.
El portavoz de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater, declaró que a bordo del helicóptero presidencial nadie se enteró de lo que pudo haber sido un suceso dramático y que Reagan fue informado al llegar al aeropuerto. Un funcionario de la Administración Federal de Aviación describió, sin embargo, el incidente como "muy serio". En el helicóptero Marine One viajaban, junto al presidente, su jefe de Gabinete, Howard Baker; el consejero nacional de seguridad, Frank Carlucci, y Fitzwater. La primera dama, Naney Reagan, se encontraba a esas horas con su madre en Arizona.El incidente ocurrió cuando el helicóptero se encontraba a poco más de seis kilómetros del rancho del presidente, en las colinas de Santa Bárbara, donde Reagan se dispone a pasar sus tres semanas de vacaciones de verano. El presidente había iniciado este viaje en la base de Point Magu, en Nebraska, donde se detuvo unas horas para pronunciar dos discursos.
Cuando el Marine One se estaba aproximando al rancho, otro helicóptero, el Nighthawk II, donde viajaban funcionarios del servicio secreto, se disponía a aterrizar en ese mismo lugar. Un tercer helicóptero, el Nighthawk III, en el que habitualmente se desplaza el resto del equipo presidencial, se encontraba ya en tierra en el aeropuerto de Santa Bárbara.
Según la narración hecha por Fitzwater, cuando la torre de control detectó a un aparato volando a baja altura en las proximidades del helicóptero del presidente, lo comunicó al piloto del Nighthawk II, quien a su vez comprobó la situación de la avioneta, que en ese momento se encontraba volando a 30 metros de altura sobre el rancho, y la transmitió al Marine One. Este último giró entonces hacia la derecha para evitar el choque con la avioneta.
Según el portavoz de la Casa Blanca, el piloto del helicóptero del presidente, coronel Michael Glenn, "estuvo convencido en todo momento de que no se produciría la colisión". De acuerdo con la versión oficial, en el momento en que más cerca estuvo de producirse, la avioneta se encontraba a 60 metros del Marine One en dirección horizontal y a 50 metros por abajo.
Las autoridades del aeropuerto John Wayne, situado al sur de Los Angeles, donde la avioneta aterrizó después del incidente, no han querido dar ninguna información sobre el piloto y el pasajero que volaban en ella. Sin embargo, un empleado que tuvo ocasión de hablar con ellos declaró que ambos habían dicho en los interrogatorios que todo se debió a un error de navegación. "No estaban en absoluto nerviosos y me contaron que les parecía que se habían metido por error en el espacio aéreo de alguien", comentó el empleado. Los dos fueron puestos en libertad después de haber sido interrogados durante tres horas por miembros del servicio secrete.
Este suceso ha coincidido con una seria polémica abierta en Los Ángeles en relación con la seguridad de los vuelos por alta densidad del tráfico aéreo. Los operadores de compañías de aviación privadas protagonizaron el jueves una protesta por las medidas tomadas para evitar la propagación de accidentes. Las autoridades del aeropuerto de Los Ángeles están preocupadas por la seguridad desde que hace un año eI choque de una avioneta con un avión de Aeroméxico produjo 82 muertos. El martes estuvo a punto de repetirse la tragedia cuando un Boeing 737 de American Airlines pasó a 40 metros de un pequeño aparato cerca de Los Ángeles.
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