El Gobierno surcoreano ordena a la policía que intervenga contra los huelguistas
El Gobierno surcoreano ha ordenado a la policía que intervenga contra los huelguistas para evitar el "peligro de caos social y estancamiento económico". Un total de 226 empresas se encontraban ayer en paro. Los sectores más afectados son los minero, manufacturero, de transportes y automovilístico. La protesta se ve acompañada de incidentes violentos, como el incendio de edificios y la colocación de barricadas con camiones.
Una reunión restringida del Gobierno analizó ayer la crítica situación creada en los últimos días por la extensión de las huelgas, que están provocando graves pérdidas económicas y generalizando la violencia en el país. El Ejecutivo decidió ordenar a la policía que intervenga contra quienes participen en acciones de violencia y sabotaje, así como tratar de minimizar los efectos económicos de la reducción de las exportaciones.Un portavoz de la cámara de comercio surcoreana aseguró ayer que la tasa de crecimiento económico caerá como consecuencia del cierre de muchas destacadas empresas exportadoras". La misma fuente dijo que, mientras las exportaciones crecieron un 35,6% entre enero y julio de este año, la tasa se redujo a un 23,2% en los 10 primeros días de agosto.
Tan sólo unas horas después de que el Gobierno diese orden a la policía de intervenir, los trabajadores de una empresa de maquinaria de la periferia de Seúl bloquearon la puerta de la fábrica con cinco grandes camiones, para evitar la entrada de los empleados de administración que no se sumaban a la huelga. Se produjeron algunos choques violentos, aunque no hay constancia de que hubiera heridos o detenidos.
En Chongson, en la zona minera del centro del país, tradicional foco de militancia obrera, 500 mineros prendieron fuego a varios edificios y marcharon por las calles para exigir aumentos salariales y mejoras de las condiciones de trabajo. Unos 20.000 mineros se han sumado a la huelga en 32 pozos. En el sureste, se han producido ya 23 heridos en enfrentamientos entre mineros y policías antidisturbios.
En el sector del automóvil, los cinco fabricantes del país han cerrado sus plantas de producción, ya fuera por los paros como por la carencia de repuestos. Unos 33.000 operarios de estas compañías se encuentran en huelga. En el complejo industrial de Changwon, 300 kilómetros al sur de Seúl, se han vivido en los últimos días graves enfrentamientos entre manifestantes y policías.
Los paros, manifestaciones, sentadas, bloqueos de carreteras y demás formas de protesta se han extendido por todo el país y han causado pérdidas por valor de 25.000 millones de pesetas. Los trabajadores reivindican incrementos salariales, la abolición de los sindicatos progubernamentales y el establecimiento de centrales democráticas. Las protestas y las medidas intervencionistas decididas ayer ponen en cuestión el programa democratizador hecho público el 1 de julio por el Gobierno, en respuesta a las exigencias de la oposición.
Por otra parte, unos 1.500 manifestantes que pedían la libertad de los presos políticos se enfrentaron ayer en Seúl con la policía, que utilizó gases lacrimógenos. Se trata del primer choque violento en la capital surcoreana desde que el régimen aceptó las reformas liberalizadoras.
