Los cancilleres centroamericanos preparan la 'cumbre' de Guatemala

Los cinco cancilleres (ministros de Exteriores) centroamericanos comenzaron ayer en Guatemala su reunión de dos días en la que intentarán elaborar un proyecto de paz único que deberán discutir en la misma ciudad los presidentes en la cumbre convocada para los próximos días 6 y 7.

Los cancilleres acordaron reunirse para analizar eventuales modificaciones al plan del presidente costarricense, Óscar Arias, y al documento firmado con los representantes del Grupo de Contadora, el pasado fin de semana en Tegucigalpa.

El plan de Arias sugiere una tregua en los países con conflictos internos, el cese de la ayuda de EE UU a la contra y elecciones "libres, democráticas y pluralistas", entre otros puntos. El presidente de Costa Rica declaró ayer que, para lograr la paz en Centroamérica, es necesaria la voluntad de Estados Unidos y la Unión Soviética. Washington, dijo, debe estar dispuesto a aceptar lo que los centro americanos acuerden, incluyendo el cese de la ayuda a la contra, y la guerrilla salvadoreña debe renunciar a apoyos externos, "llámense la Unión Soviética, Fidel Castro o Nicaragua".

En esa línea se manifestó también ayer el Partido Popular Socialcristiano nicaragüense, perteneciente a la oposición parlamentaria, quien exigió a EE UU que cese su apoyo a la contra y pidió al Gobierno sandinista que levante el estado de emergencia, prorrogado hasta enero.

No obstante, el Gobierno de Washington mantiene su política. El secretario norteamericano de Estado, George Shultz, se reunió ayer durante unos 15 minutos con el nuevo directorio de la contra, como inicio de una nueva ofensiva sobre Nicaragua que incluirá más ayuda económica y militar para los rebeldes antisandinistas.

Por otra parte, el diario mexicano Excelsior aseguraba ayer que Estados Unidos consiguió en 1985 el compromiso de los presidentes de Costa Rica, El Salvador y Honduras para apoyar a la contra y boicotear así los esfuerzos pacificadores de Contadora.