Vertidos en Sabiñánigo
La noticia aparecida en la sección de Sociedad del 4 de julio de 1987 sobre vertidos contaminantes en Sabiñánigo contiene algunas afirmaciones que, sin conocer el contexto en el que se desarrollan, pueden llegar a confundir la opinión de los lectores. La localidad oscense de Sabiñánigo se ha desarrollado en torno a las numerosas factorías químicas que se implantaron desde comienzos del siglo, habiéndose trabajado desde entonces en la mejora diaria de la calidad de vida a medida que los conocimientos técnicos avanzaban.En esta situación aparecen unas personas no naturales de Sabiñánigo (una de las cuales es suiza) e inician una serie de acciones contra Inquinosa, siguiendo un "programa de actuaciones diseñado" (Heraldo de Aragón, 9 de junio de 1987), que comienza comunicando a la Prensa regional unos análisis de unas muestras de aguas que sólo ellos saben cómo y dónde se tomaron, y prosigue con afirmaciones falsas sobre el producto fabricado y su utilización. Intentan demostrar la ilegalidad del vertedero (cuando Inquinosa es la única empresa de Aragón que dispone de un vertedero controlado para sus residuos con la aprobación de todos los organismos administrativos competentes); denuncian el transporte de los residuos (la Administración inicia un expediente, al que replica Inquinosa y se archiva sin ninguna sanción); realizan una convocatoria en el yertedero, a la que acuden 26 personas (incluidos los miembros de Adepa y los periodistas; Sabiñánigo tiene una población de 10.000 habitantes), y en la que afirman que debe cerrarse Inquinosa porque está pagada por el imperialismo yanqui (cuando Inquinosa tiene capital ciento por ciento español, trabaja con tecnología española y exportó en 1986 por valor de 1.200 millones de pesetas); amenazan con denunciar a Inquinosa por calumnias que, según ellos, contenía la nota que la empresa hizo publicar en los periódicos regionales y emisiones de radio, pero hasta la fecha no las han llevado a cabo; convocan al pueblo de Sabiñánigo a una mesa redonda con el Ayuntamiento e Inquinosa y, después de llamarlos cazurros y sordos y decir que van a sacarlos de su ignorancia (lo cual presupone que son ignorantes), cuando llega el turno de preguntas por parte del público abandonan la sala sin dar ninguna explicación y dejando plantados a todos los presentes; y, por último, solicitan al Ayuntamiento que declare zona contaminada un barrio de Sabiñánigo sin presentar ningún análisis que respalde esta petición. Creo que todas estas actuaciones justifican que la población de Sabifiánigo medite sobre los fines últimos que se propone Adepa.- Subdirector de fábrica.
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