Citibank prestará dinero nuevo a Latinoamérica a cambio de mayores ajustes
William Rhodes afirma que su banco convertirá parte de la deuda externa en inversiones
Pregunta. La mayoría de los países latinoamericanos y muchos expertos internacionales aseguran que el plan Baker está muerto y enterrado. ¿Cree usted que el plan para resolver el problema deja deuda externa aún puede dar soluciones?Respuesta. El plan Baker debe ser modificado, pero no está muerto. Lo que si es cierto es que se ha de ofrecer a la banca un nuevo menú de opciones para que siga prestando a los países en vías de desarrollo.
P. ¿A qué opciones se refiere?
R. Pues el nuevo sistema de opciones supone, entre otros temas, la posibilidad de que los bancos conviertan el capital en inversión. Una solución, por otra parte, que sería muy interesante para la banca española. Asimismo, los bancos debemos tener la posibilidad de ofrecer dinero fresco directamente a los clientes en lugar de prestar a los Gobiernos de esos países. Otra opción pasa por realizar una cofinanciación entre la banca comercial y el Banco Mundial, así como por prestar dinero para promover el comercio exterior de esas naciones endeudadas, lo que se llama trade finance [financiación comercial].
P. Sin embargo, la propuesta de James Baker, secretario del Tesoro norteamericano, de asociar la concesión de préstamos a los programas de ajuste internos de los países endeudados no está dando los resultados deseados. Planes de crecimiento interno, como el Plan Austral en Argentina y el Plan Cruzado en Brasil, no han conseguido dar un impulso a esas naciones. ¿Piensa que en esos países aún hay campo para el ajuste?
R. Los países latinoamericanos necesitan más ayuda. Han de exportar más para pagar su deuda, pero temen el creciente proteccionismo de los países desarrollados y la tendencia a incrementar los tipos de interés. Sin embargo, aunque el Plan Cruzado no dio resultado, el Plan Austral no ha fracasado. Hemos de pensar que cuando se puso en marcha, la inflación en Argentina estaba en el ciento por ciento. Ahora el Plan Austral está en proceso de ser modificado para reabrir la economía y aumentar el crecimiento. Argentina se merece el apoyo de sus acreedores, ya que el país ha realizado grandes progresos debido al valor de Raúl Alfonsín. El Gobierno ha conseguido parar la fuga de capitales y que parte del dinero que se había ido volviera a entrar.
La situación mundial
P. Pero, aun contando los casos aislados, en los últimos dos años el problema de la deuda ha ido empeorando. Usted lleva varios años negociando los créditos con Latinoamérica. ¿A qué cree que se debe la falta de esperanza actual en una solución?
R. Hace dos o tres años existía la esperanza de que los países regresarían mas rapidamente al mercado voluntario. Pero el crecimiento de los países desarrollados ha sido menor de lo previsto, lo que también ha retrasado el progreso de esos países, que han visto disminuir sus exportaciones. La situación internacional no ha ayudado precisamente a los países endeudados. El crecimiento menor de lo previsto en los países de la OCDE, el alto déficit de EE UU, la caída de los precios del crudo y la inestabilidad en los tipos de cambio han contribuido a la desesperanza.
P. Brasil declaró en febrero la suspensión de pagos de su deuda. Ahora acaba de admitir que tampoco puede pagar al Club de París. ¿Cómo contempla la banca comercial la situación del país más endeudado del mundo?
R. La de Brasil es la situación más desafiante. Al anunciar la suspensión de pagos, Brasil quiso conservar sus reservas, que habían descendido peligrosamente desde 10.000 millones de dólares a 3.000 millones. Pero la suspensión es una situación transitoria. Según mis últimas informaciones, una comisión del Gobierno brasileño estuvo el 20 de junio en Washington hablando con los representantes del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, además de con el secretario Baker y con el presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker. Ya están de acuerdo en reanudar las negociaciones con los bancos comerciales lo antes posible.
P. El Citibank es el mayor acreedor privado de Brasil, con préstamos otorgados de 4.600 millones de dólares. Brasil sigue pidiendo dinero fresco. ¿Qué postura tomará el Citibank con respecto a ese deudor?
R. Las conversaciones para renegociar la deuda están al caer. Pero primero tenemos que analizar el plan de reajuste interno brasileño y poner en marcha un planteamiento diversificado. El último programa de reajuste de Brasil está teniendo un efecto positivo sobre la inflación, y la devaluación del cruzado ha ayudado a aumentar las exportaciones. El superávit en mayo fue de 940 millones de dólares, y en junio, de 1.000 millones. Van por el buen camino. Pero, repito, antes de empezar a negociar hemos de contemplar y asegurarnos de la viabilidad del plan de ajuste.
P. ¿Contempla su banco la posibilidad de convertir parte de la deuda brasileña en inversiones en el país?
R. Estamos muy interesados y disponibles para realizar operaciones de conversión de deuda en inversiones. Precisamente nuestro banco mantiene una gran inversión en Brasil, que es un país con Sxandes posibilidades. Por ello somos los primeros interesados en realizar operaciones de ese tipo.
P. Se dice que los países y las instituciones de las naciones industrializadas han cortado el flujo de préstamos...
R. No es cierto que no se haya dado dinero nuevo por parte de los bancos comerciales. México ha firmado un paquete para recibir 7.700 millones de dólares de dinero nuevo, Argentina ha conseguido otros 2.000 millones y Nigeria 320 millones. Estos nuevos paquetes están, evidentemente, ligados a los planes de reforma presentados por esos países. Pero es que no todas las naciones endeudadas han solicitado nuevos créditos. Chile o Filipinas, por ejemplo, no han pedido más. Aunque tenga en cuenta que el 98% del dinero nuevo que se ha dado a esos países ha procedido de los bancos acreedores. Y estamos dispuestos a seguir prestando plata, pero condicionada al ajuste económico de esas naciones.
Flexibilidad
P. La mayor parte de la deuda ,externa es absorbida por los bancos comerciales. ¿Qué papel deben desempeñar los Gobiernos de los países desarrollados?
R. Los bancos comerciales ya estamos poniendo en marcha medidas de alivio para los países endeudados, como bajas en los tipos de interés de los préstamos o conversión de deuda en inversión. Pero, además de las estrategias de alivio de los bancos comerciales, se puede hacer algo más. Sobre todo por parte del Club de París, el organismo que reúne a los Gobiernos e instituciones de los países desarrollados. El Club de París debe ser más flexible. Los Gobiernos deben ofrecer mayores períodos de gracia o de carencia, así como mejoras en la reestructuración de la deuda, igual que hace la banca comercial. Asimismo debe potenciar los programas de garantía a la exportación y ayudar a la recuperación de esas naciones en desarrollo, de forma conjunta con el FMI y el BM.
P. Pero, además de las medidas de alivio, ¿piensa que la banca comercial puede perdonar deuda, como exigen algunos países latinoamericanos?
R. En la mayoría de esos países, debido a su riqueza y capacidad exportadora, no son necesarias las quitas. Su crecimiento depende en gran parte del crecimiento de las economías desarrolladas. Se trata sobre todo de evitar el proteccionismo del mundo industrializado. El proteccionismo es el peligro más grande con que se enfrenta el Tercer Mundo. Sin embargo, obligar a la banca comercial a perdonar la deuda desalentaría a los bancos a prestar dinero nuevo y reduciría los incentivos de los países en vías de desarrollo para realizar ajustes. Perdonar supondría un retroceso.
La banca se protege
P. Tras la suspensión de pagos de Brasil, en febrero pasado, el Citibank fue el primer banco que aumentó su fondo especial para protegerse contra los créditos fallidos. Esa medida supone unas pérdidas para su banco de 1.000 millones de dólares este año. ¿Cambia esa decisión su estrategia hacia los países endeudados?
R. Esa decisión no tiene nada que ver con el hecho de que seguimos creyendo en el plan Baker. El Citibank va a seguir respaldando el plan Baker, va a seguir ayudando a los países que reajusten sus economías. El ejemplo más reciente es la ayuda otorgada a Argentina. Una de las razones para aumentar nuestras provisiones fue la moratoria brasileña; la otra, la incertidumbre existente en la economía mundial. El Citibank ya tenía un programa para aumentar sus reservas, y lo que se decidió fue acelerar el proceso por las razones citadas. Nos hemos dado cuenta de que para solucionar el problema de la deuda van a requerirse algunos años más.
P. ¿Se plantean aumentar más ese fondo o creen que su riesgo con Latinoamérica ya está suficientemente cubierto?
R. En estos momentos tenemos cubierto el 25% del riesgo con los países en desarrollo; o sea, que hemos cubierto una cuarta parte de nuestro riesgo total, que se eleva a 15.000 millones de dólares. No vamos incrementar más las reservas, ya que la cantidad actual es suficiente.
P. ¿Qué futuro tienen los países endeudados?
R. Debemos seguir estudiando caso por caso el problema. Es una técnica que da resultados, como hemos visto en México y Argentina. Algunas de estas naciones tienen una capacidad tremenda de exportación. Ha empeorado su situación, pero se trata de darles tiempo.
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