El apoyo de varios ministros impidió la dimisión de Ledesma por las declaraciones de Barrionuevo
El ministro de Justicia, Fernando Ledesma, estuvo a punto de dimitir el pasado martes, al conocer las declaraciones del ministro del Interior, José Barrionuevo, descalificatorias para algunos jueces y magistrados progresistas. Sólo cuando comprobó que otros compañeros de Gobierno compartían su disgusto por las afirmaciones de Barrionuevo desistió de su propósito. En todo caso, según fuentes jurídicas, paradójicamente, el ministro debilitado es Ledesma, y como prueba aportan que no se ha atrevido a llevar al Consejo de Ministros de ayer el previsto nombramiento del progresista Carlos Jiménez Villarejo, uno de los fiscales del caso Banca Catalana, para fiscal jefe de Barcelona.
Las declaraciones de Barrionuevo al semanario Cambio 16 provocaron al principio de la presente semana un intenso malestar en el seno del Gobierno y del propio PSOE, en donde se pensó, entre otras cosas, que, de modo contraproducente al objetivo que decían perseguir, contribuían a debilitar el necesario frente institucional contra el terrorismo. El malestar fue especialmente patente el martes último en el departamento de Justicia, en donde tanto el titular, Fernando Ledesma, como su equipo, consideraron seriamente la conveniencia de dimitir.Para Ledesma, los eventuales problemas del Gobierno con los jueces deben ser de su entera competencia, del mismo modo que los asuntos de la Guardia Civil o la Policía competen a Interior. Precisamente Ledesma ha reprochado privadamente a algunos jueces progresistas su actitud de crítica al Gobierno y recientemente el propio subsecretario del departamento, Liborio Hierro, salió al paso de las declaraciones del presidente de la Audiencia Territorial de Sevilla, Claudio Movilla, de Jueces para la Democracia, que declaró que "la justicia es un cachondeo".
Injerencia de Interior
Al margen de otras consideraciones, las afirmaciones de Barrionuevo a Cambio 16 fueron consideradas por Ledesma una injerencia del ministro del Interior en asuntos que no le competen. Una cena con el ministro de Defensa, Narcís Serra, y otros contactos -no plenamente confirmados- con el de Educación, José María Maravall, llevaron al titular de Justicia a la convicción de que el malestar creado por las declaraciones de Barrionuevo era más amplio en el Gobierno, por lo que desistió, por el momento, de presentar su dimisión.
El posterior apoyo de Felipe González a Barrionuevo ha sorprendido en algunos sectores gubernamentales, mientras que en otros se asegura que se trata de .un respaldo más aparente que real y, sobre todo", recalcó una alta fuente de la Moncloa, "provisional". Asimismo, en la dirección del PSOE se ha considerado "injusto" que Barrionuevo insinuara el pasado día 29 en el Congreso que los socialistas tampoco hacen lo suficiente en la lucha contra el terrorismo, si bien estas declaraciones fueron matizadas anteayer por el ministro en conferencia de prensa.
Por otra parte, la comisión ejecutiva federal del PSOE trabaja en estos momentos en la elaboración de un documento sobre el fenómeno terrorista que, una vez aprobado, se plasmará en una circular que será enviada a todos los militantes socialistas. La llamada de atención del ministro para conseguir una mayor participación de la sociedad y de los partidos frente a la violencia terrorista ha tenido una primera respuesta en esta iniciativa del PSOE.
No obstante, fuentes de la ejecutiva señalaron ayer que la posición activa del PSOE frente al terrorismo ha estado siempre muy clara y consideran "injusto" que Barrionuevo lo ponga en duda. En medios parlamentarios socialistas se afirmó que las declaraciones de Barrionuevo les han producido "desconcierto". Mientras tanto, la Mesa del Congreso acordó formalmente ayer rechazar la petición del Grupo Parlamentario Popular de que compareciera el presidente González ante la Diputación Permanente del Congreso en un debate sobre el terrorismo.
Fuentes gubernamentales oficiosas coincidieron ayer con fuentes jurídicas en el paradójicodebilitamiento del ministro de Justicia como consecuencia de la actitud de Barrionuevo, que inicialmente había sido interpretada como su testamento. Entre las razones de esa actitud se incluye el disgusto experimentado en Interior ante la derrota jurídica sufrida por la ley de Extranjería, parcialmente anulada por el Tribunal Constitucional.
La oposición de Pujol
Entre los efectos del debilitamiento de Ledesma tales fuentes resaltan el aplazamiento de las propuestas de Justicia para sustituir la ley Antiterrorista por normas acordes con la Constitución. Igualmente, en fuentes próximas al fiscal general del Estado, Javier Moscoso, se ha destacado que Ledesma no se ha atrevido a llevar al Consejo de Ministros el nombramiento de Carlos Jiménez Villarejo como fiscal jefe de Barcelona, puesto vacante por, jubilación de su anterior titular.
Carlos Jiménez Villarejo, uno de los fiscales del caso Banca Catalana y antiguo compañero de Ledesma en Justicia Democrática cuenta, según estas fuentes, con la la oposición del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, por otra parte el único político elogiado expresamente por Barrionuevo en sus polémicas declaraciones. Fuentes de Justicia negaron ayer importancia al retraso de este nombramiento y recordaron que la reunión del Consejo de Ministros de ayer fue deliberante.
Sin embargo, algunos fiscales, que inicialmente atribuyeron el retraso en el nombramiento de Jiménez Villarejo a problemas burocráticos o de calendario, señalaron ayer a este periódico que Ledesma "no se atreve", dijeron, a proponer en estos momentos un nombramiento que, en condiciones normales, ocuparía uno o dos minutos en la atención del Gobierno. Tales fuentes resaltaron que sólo hay un candidato y que cuenta con el respaldo del Consejo Fiscal desde hace más de un mes.
Por lo demás, el titular del departamento de Justicia fue requerido ayer por este periódico, a través de su jefe de Prensa, para que emitiera su opinión sobre el conflicto de Interior con algunos jueces, pero se negó a hacerlo. Fuentes oficiosas hicieron notar "lo significativo" del silencio de Ledesma en estos momentos. Por su parte, la Oficina del Portavoz del Gobierno declinó igualmente hacer cualquier comentario sobre las declaraciones realizadas el jueves por Barrionuevo.
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