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Los restos hallados en Rodas no pertenecen al mítico Coloso

El sueño duró poco, apenas 48 horas, aunque en la mente de los responsables del Ministerio de Marina Mercante griego se había hecho realidad el pasado domingo. Los restos hallados en aguas cercanas al puerto de Rodas, a 700 metros de la costa y a 52 metros de profundidad, un trozo de piedra de una tonelada de peso con unas muescas que semejaban dedos, no pertenecían a la mano del Coloso de Rodas, una de las siete maravillas de la antigüedad.

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El martes, la ministra griega de Cultura, Melina Mercuri, reconocía en escueta frase ante varias decenas de curiosos, arqueólogos y, sobre todo, periodistas de todo el mundo, lo que se suponía el día anterior: "Desgraciadamente, no se trata del Coloso, sino de un objeto de piedra".El anuncio hecho el domingo por el ministro de Marina Mercante, Statis Alexandris, del hallazgo y extracción de una mano gigante tallada en piedra que podía pertenecer al Coloso de Rodas atrajo la atención mundial, una atención que adquirió "enormes dimensiones" enseguida, viva contrariedad en Mercuri y serias suspicacias entre los entendidos y entre la Prensa.

El mismo lunes, la ministra ya parecía convencida de que aquello que había atraído tanta atención y provocado "llamadas telefónicas de todo el mundo ofreciéndonos ayuda" no pertenecía a una de las siete maravillas. "Por la localización, el tamaño, la textura del material y la forma de la piedra recuperada en la costa de Rodas, no hay ninguna indicación que la relacione con el Coloso".

En el castillo de los Caballeros de San Juan de Jerusalén de Rodas, donde fue depositado el hallazgo y al que acudió el martes para verlo, Melina Mercuri no ocultaba su contrariedad y justificaba el "fiasco", como lo ha calificado la Prensa griega, con una solapada crítica a su compañero de Gabinete por precipitarse en anunciar el asombroso descubrimiento antes de permitir su estudio a los expertos, al afirmar que si los arqueólogos lo hubieran examinado desde el comienzo "no habría habido ningún anuncio prematuro".

Los arqueólogos, que ahora han dictaminado que el hallazgo no es más que un objeto grande de piedra, parecen dar la razón al diario Elefzrotipia, que publicaba el martes que las muescas que aparecen en la piedra, y que se suponía eran los dedos de la mano izquierda del Coloso, han sido realizadas mecánicamente.

En todo caso, la frustrada historia del hallazgo y recuperación de los supuestos restos del Coloso de Rodas ha tenido alicientes ocultistas y policiacos, porque hace cosa de un año una vidente holandesa llamada Anne Dankbaar afirmaba en Australia conocer por una de sus visiones el lugar donde se encontraba el Coloso, lo que llamó la atención de algunos interesados en estos restos.

El interés se renovó cuando hace tres semanas la policía costera de la isla, que buscaba un alijo de heroína arrojado al mar en neumáticos por los traficantes, informó que cerca de la heroína había visto lo que parecían ser restos arqueológicos que fotografiaron. La vidente fue invitada a Rodas, donde se encuentra, y trata de precisar si existen otros restos del Coloso.

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