Un blanco fácil

El Gobierno Militar de San Sebastián, un bello edificio situado en una de las áreas más céntricas de la ciudad, ha constituido desde los inicios del activismo armado vasco un objetivo preferente de las distintas ramas de ETA. Su ubicación, entre el puerto y el Bulevar, en una zona especialmente transitada, le hace permeable a la vigilancia exterior y le sitúa como un blanco relativamente fácil para las acciones terroristas. ETA ha ensayado casi todo: colocación de explosivos en el tejado en un tiempo en que se podía acceder a él desde otros edificios, ametrallamientos, un asalto con robo de armamento que no llegó a consumarse plenamente, los asesinatos de dos gobernadores militares cuando acababan de abandonar el edificio y, por último, ayer, el disparo de granadas de carga hueca.

Los milis siguen viendo en este edificio, dañado por los ataques y las pintadas, la encarnación local del poder fáctico que atribuyen al Ejército en sus esquemas. Pero no sólo los comandos de ETA, también los manifestantes de las gestoras pro amnistía y las juventudes de Jarrai vuelcan sus ánimos más beligerantes en este edificio.

El Gobierno Militar se ha visto obligado en varias ocasiones a advertir. que el servicio de guardia carece de material antidisturbios y dispone únicamente de sus armas reglamentarias como defensa.