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EE UU niega un acuerdo con la Unión Soviética para eliminar los misiles de alcance medio en el mundo

Francisco G. Basterra

El portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Charles Redman, aseguróanoche en Washington que no existe "ningún acuerdo formal, informal, de principio o al alcance de la mano" sobre desarme nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Redman salía así al paso de la información publicada el mismo día por The New York Times, según la cual las dos superpotencias habían llegado a un acuerdo informal para la eliminación de los misiles nucleares de alcance comprendido entre 500 y 5.000 kilómetros en todo el mundo, y no sólo en Europa.

El diario, que citaba filtraciones de funcionarios estadounidenses, aseguraba que el líder soviético, Mijail Gorbachov, presionado por sus militares para demostrar que su política de cambios tiene resultados, ha ofrecido a Ronald Reagan eliminar los 100 misiles de alcance intermedio (INF) que tiene la URSS en Asia, a cambio de que EE UU no convierta cohetes de crucero que tiene en Europa en misiles capaces de ser lanzados desde submarinos.La sugerencia del líder soviético, no presentada aún formalmente en Ginebra, decía el Times, ha sido aceptada por EE UU, que también se compromete a renunciar al derecho a convertir los Pershing 2, estacionados en la RFA, en cohetes Pershing IB de más corto alcance y que serían entregados a Alemania Occidental.

La Casa Blanca dijo ayer que no había aún un acuerdo de principio específico o un "apretón de manos", pero admitió la existencia de "señales esperanzadoras" en discusiones informales. El senador Richard Lugar confirmó la existencia de la propuesta soviética y de un acuerdo de principio, y dijo que los dos países "se mueven hacia una total eliminación de sus cohetes de alcance intermedio y corto".

La Casa Blanca insistió ayer en su doctrina de que "la conversión de un misil es una forma aceptable de reducción" pero explicó también que la RFA no ha pedido a Washington que modernice su arsenal.

Esto podría coincidir con la visita que el ministro soviético de Asuntos Exteriores, Edvard Shevardnadze, hará a Washington este mes para entrevistarse con su homólogo, George Shultz, y alcanzar un acuerdo que permitiría celebrar la cumbre. La agencia Tass anunció ayer la visita para julio y Washington repitió que aún no ha sido fijada una fecha. La sugerencia soviética de compromiso no es definitiva sobre los cohetes de corto alcance Pershing 1A que posee la RFA y cuyas cabezas nucleares son controladas por Estados Unidos. Éste podría ser el último obstáculo para anunciar un acuerdo.

Verificación

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Washington dice que estos misiles forman parte de la fuerza de disuasión de un tercer país y no deben ser incluidos en un tratado con la URSS. Ésta pide su eliminación.

La oferta soviética se produjo, supuestamente, hace unas semanas en una entrevista entre el general Nikolai Chervov, responsable del control de armas nucleares en el Estado Mayor Conjunto de la URSS, y Maynard Glitman, negociador de EE UU para los INF.

El plan casi elimina el importante problema de la verificación, que no necesitará ser tan "intrusiva" al desmantelarse los 100 SS-20 que la URSS pensaba mantener en Asia y que obligaría a un control, en territorio soviético, de las cadenas de producción de estos cohetes. Éste debería ser correspondido por una vigilancia similar y recíproca en EE UU.

Por el acuerdo de Reikiavik entre Reagan y Gorbachov, EE UU podría retener 100 INF, hoy en Europa, en su territorio, posiblemente en Alaska. Moscú objeta esta localización, ya que los Pershing 2 podrían alcanzar desde Alaska el territorio de la URSS.

EE UU ha insistido también en la necesidad de eliminar de Europa los cohetes de alcance entre 500 y 1.000 kilómetros, algo que al parecer ofrece ahora Gorbachov.

A cambio de esta y otras concesiones, Gorbachov lograría una garantía norteamericana de que no trasladará de la tierra al mar los niÍsiles de crucero en Europa. También bloquearía la posibilidad de jugar con la eliminación de una fase de los cohetes Pershing 2 convirtiéndolos en un arma de corto alcance que seguiría amenazando a los países del Este.

Por otra parte, el líder soviético recordó ayer en Moscú sus propuestas de desarme nuclear al ex presidente de Estados Unidos James Carter, quien se encuentra en la capitral soviética en visita privada. Gorbachov expresó a Carter, según fuentes soviéticas, su esperanza de que EE UU acepte dichas propuestas para abrir "una nueva era de coexistencia entre nuestros diferentes sistemas políticos y económicos".

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