Sáenz de Heredia recibe su primer homenaje oficial desde la restauración de la democracia

José Luis Sáenz de Heredia, uno de los directores más prolíficos de la historia del cine español, recibirá esta noche el primer homenaje que la Administración española le concede dentro de la etapa democrática, en reconocimiento a su dilatada actividad cinematográfica. Sáenz de Heredia, de 76 años de edad, retirado, según dice,"desde hace dos embolias", ha dirigido varias obras de teatro y 45 películas, entrelas que destacan, de su primera época, Patricio miró a una estrella, La hija de Juan Simón o ¿Giuén me quiere a mí?, y de su etapa de máxima creación, El escándalo, Mariona Rebull o Raza, cuyo guionista fue Francisco Franco, bajo el seudónimo de Jaime de Andrade. Al dictador dedicó la película Franco, ese hombre. Una de sus obras más reconocidas, Historias de la radio, se proyecta esta noche en el madrileño Palacio de la Prensa con motivo del homenaje.

Sáenz de Heredia, retirado desde hace seis años -ya que, según sus propias palabras, "hace dos embolias que dejé el cine"-, recibió hace cinco meses un homenaje de la Asamblea de Directores y Realizadores Cinematográficos de España (ADYRCE). En esta ocasión es la Administración. quien le rinde un homenaje convocado por Javier Solana, ministro de Cultura, y Fernando Méndez Leite, director general del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, reconociendo no sólo su. dilatada actividad cinematográfica, que asciende en número de películas a 45, sino también la excelente calidad de la misma, por la que recibió numerosos premios.Sáenz de Heredia -primo del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, cuya vida intentó llevar a la pantalla inició su cine, calificado durante décadas de franquista, en el año 1934. Interrumpida su profesión por la guerra, se siente orgulloso de haber participado en la contienda: "Logré escaparme de una checa- del partido comunista", declara, "y, en vez de quedarme en París, me volví para luchar al frente de los nacionales, de lo que me siento muy orgulloso". Recientemente, Sáenz de Heredia comentaba: "Que me llamen franquista me parece lógico. Lo soy, lo he sido y lo seguiré siendo". En este sentido es normal oírle contar, con un humor envidiable, que ahora es más franquista que antes. "Siento gratitud por este homenaje" comenta, "siento como si no fuera solo para mí, sino que se me toma como representante de un cine que ya no existe, que se ha hecho entre todos, y muchos ya no pueden recibir homenajes porque faltan. A ello se añade la constancia de buena intencionalidad y un acercamiento que es muy importante". Incansable trabajador, ha vivido su profesión como algo gratificante. "Y encima me pagaban", dice.

El guión de su película más popular, Raza, fue escrito por Francisco Franco bajo el seudónimo de Jaime de Andrade. Sáenz de Heredia desconocía al verdadero autor, y se presentó a un concurso en el que intervinieron varios realizadores. Todos acataron hasta la última página del guión. Menos él, que habló de eliminar algunas partes argumentando que carecían de lenguaje cinematográfico. Estos comentarios llegaron a oídos de Franco, quien decidió darle a él la dirección de la película.

Coincidiendo con el acto homenaje, se proyectará esta noche la película Historias de la radio, una de sus obras más reconocidas, filmada y estrenada en 1955. "El estreno de aquella película", comenta el director, "fue muy curioso y ocurrió tal y como comienza el poema de La casada infiel, de Lorca: 'Fue la noche de Santiago y casi por compromiso'. Hasta, el punto que yo tuve que venir ese día corriendo de Londres para poder asistir al estreno". Sáenz de Heredia, que ha confirmado su asistencia esta noche a la proyección, piensa que va a ver una película entrañable y sorprendente para los que no la conocen. El director piensa que el cine de hoy ha perdido en el camino ingenuidad, ilusión y .nobleza de hacer". En los últimos años, el realizador se ha recogido en su casa, donde, según dice, ha tomado gusto al silencio. "Hablo mucho conmigo mismo, me riño, me aplaudo y no voy al cine porque me gusta quedarme solo", concluye.