La ONU declara la 'guerra mundial' contra la droga

Los 138 países asistentes a la conferencia de las Naciones Unidas sobre el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas, que terminó ayer en Viena, declararon la guerra mundial contra la droga y expresaron su voluntad de combatir conjuntamente el problema de los estupefacientes tanto en sus aspectos económicos como en los policiales y sanitarios. Así lo explicó el presidente de la conferencia, el primer ministro de Malaisia, Mahathir Mohamad, quien calificó de éxito la conferencia y dijo que todos los presentes estaban satisfechos con los resultados.La reunión aprobó un documento no vinculante, "pero que expone de forma clara un programa multidisciplinario que esperamos sea ejecutado por todos los países que lo han suscrito", dijo Mohamad. Este documento es una recopilación de las propuestas presentadas en la conferencia, que abarca todos los aspectos del problema: demanda, producción, programas de rehabilitación y prevención y represión del tráfico.

En esta especie de libro de recetas para la lucha antidroga se incluyen algunos puntos controvertidos, como la pena de muerte como castigo para los narcotraficantes o el uso de la fuerza policial y de herbicidas como único me dio para erradicar los cultivos de droga.

Corresponsabilidad

Uno de los principales logros de esta conferencia es, a juicio del presidente y de las delegaciones latinoamericanas, haber propiciado un cambio de mentalidad en los países consumidores haciéndoles comprender los problemas de los países productores y aceptar su corresponsabilidad en el fenómeno."Creo que los países consumidores han comprendido que lo que hace falta en Latinoamérica es un programa de sustitución de cultivos y que no se trata de pedirles una ayuda gratuita, sino una inversión en el futuro", dijo el embajador de Bolivia en la ONU, Jorge Gumucio Granier. Las delegaciones latinoamericanas defendieron conjuntamente frente a los países productores la teoría de la responsabilidad compartida.

La orientación del documento final de esta conferencia en el aspecto jurídico coincide con la línea de la reforma legislativa que se está efectuando en España sobre prevención y represión de las drogas, según manifestaron miembros de la delegación española. En representación del Gobierno español participó en esta conferencia el ministro de Sanidad y Consumo, Julián García Vargas.

La secretaria general de la conferencia, Tamar Oppenheimer, dijo, por su parte, que la reunión es sólo un comienzo y que aún queda mucha labor por delante.

Añadió que de esta reunión se desprende un mensaje para los narcotraficantes: ."Que los Gobiemos y la comunidad internacional no van a seguir tolerando esta amenaza para la integridad de sus sociedades". "El objetivo no es erradicar el uso indebido de drogas, sino reducirlo sustancialmente", añadió.