AP tendrá al alcance la mayoría en Galicia si se repiten los resultados del día 10

Alianza Popular tiene a su alcance la mayoría absoluta en las elecciones gallegas -merced a la nueva normativa electoral que se aplicará en la comunidad autónoma- si se repiten los resultados que se registraron en esa comunidad el pasado 10 de junio en las elecciones europeas, según informes elaborados por expertos en materia electoral y que han sido analizados por varios partidos. Este dato pesará en las posturas de la oposición gallega frente al intento del presidente autonómico, Gerardo Fernández Albor, de anticipar las elecciones.

La ley electoral propia de Galicia fue promulgada el 13 de agosto de 1985, es decir, se empleó ya en las elecciones que se celebraron el otoño siguiente. Pero la, disposición adicional quinta de esta norma estableció para aquel caso un número total de 71 escaños, mientras que en las convocatorias siguientes se aplicará una fórmula según tramos de población (la que señala el artículo 9 de esa ley). Debido a ello, los gallegos escogerán en los próximos comicios 75 diputados. Los cuatro escaños de aumento corresponden a La Coruña (de 22 pasa a 24) y a Pontevedra (de 19 a 21). Es decir, aumenta más, en términos relativos, la provincia de Pontevedra, que tiene menos población que La Coruña.La extrapolación de los resultados del 10 de junio en las elecciones europeas en Galicia da a Alianza Popular 41 escaños, cuando la mayoría absoluta son 38. Por tanto, obtiene una ventaja de tres escaños sobre ese listón. Si el número total de puestos en juego hubiese sido 71, como en las elecciones anteriores, Alianza Popular habría obtenido justa la mayoría absoluta (36).

Ese dato favorable a AP en esta nueva normativa tiene importancia porque Coalición Galega no se presentó a las elecciones al Parlamento Europeo. Como entrará en juego en los comicios autonómicos, es probable que arrebate a los conservadores tres o cuatro escaños (también mermaría los de CDS y PSOE), y que, por tanto, Gerardo Fernández Albor se quede rozando la mitad más uno; pero en el caso anterior -el aplicado en 1985- la mayoría absoluta habría quedado para AP a mayor distancia (tal vez a tres escaños de diferencia), siempre según los referidos cálculos de expertos electorales.

Coalición Galega logró 11 escaños en las anteriores elecciones autonómicas. Sin embargo, durante este mandato se ha partido en dos y ello repercutirá previsibleinente en los resultados. Es de suponer que por un lado se presente el Partido Nacionalista Galego (12.000 votos en las europeas, coligado con Eusko Alkartasuna), y, por otro, la Coalición Progresista de Galicia (CG, PDPy PL), formación ésta que obtuvo en las recientes elecciones municipales 148.000 votos (15.000 menos que en las autonómicas de 1985). Estos sufragios, aplicados a la nueva normativa electoral autonómica, le darían unos ocho escaños.

Tres distorsiones

La extrapolación global ha sido realizada sobre los resultados del Parlamento europeo -unas elecciones políticas- porque los datos municipales introducen tres claras distorsiones: por un lado, se trata de un voto a candidatos concretos y conocidos en su respectiva localidad; por otro, no todos los partidos presentan listas en todos los pueblos; y, finalmente, en las elecciones locales se presentan numerosos candidatos independientes que suelen obtener gran respaldo (por ejemplo, los independientes han sido la lista más votada en Pontevedra capital, y han restado votos a AP).

Los expertos electorales que han elaborado el informe hacen notar que en las elecciones europeas el candidato de Alianza Popular fue Manuel Fraga, de mayor tirón popular que su paisario Fernández Albor; pero tarribién indican que el ex presidente de AP participa siempre de forma muy activa en la campaña gallega, y que su foto domina en la propaganda electoral.

De acuerdo con la extrapolación realizada, a AP le corresponden 41 escaños (ahora tiene 34); al PSOE, 26 (ahora 22); al CDS, 7 (ahora no tiene ninguno); y al Bloque Nacional Galego, 1 (como en 1985). Pero ha de introducise el elemento corrector de la Coalición Progresista Galega (antes Coalición Galega).

De cualquier forma, los integrantes de la actual Coalición Progres,ista han estado apoyando a Fernández Albor, y le dieron la abstención que precisaba para ser elegido presidente. Por tanto, la situación que se deriva de estos análisis es favorable a AP, y explica su deseo de disolver el Parlamento gallego en estos momentos, dificultando así la estrategia de la escisión encabezada por Xosé Luis Barreiro.