El crecimiento mundial seguirá estancado hasta finales de 1988
"La situación económica se ha deteriorado en los últimos meses, sin que se pueda esperar mejora alguna desde hoy hasta finales de 1988", según afirma el informe semestral de la OCDE, en el que se realiza un diagnóstico de la economía mundial para los próximos 18 meses. Los nubarrones que se ciernen sobre la economía mundial se deben fundamentalmente a "la aparente pulverización de la confianza dentro del sector privado, producida por la amplitud de las fluctuaciones de las tasas de cambios y la incertidumbre sobre su evolución futura".Respecto a la economía mundial, "el crecimiento lento, las tasas de paro elevadas y considerables desequilibrios exteriores" son los elementos que caracterizan tan pesimistas perspectivas. Sin embargo, "persisten las condiciones de un crecimiento más sostenido", asegura la OCDE, que aporta algunos datos positivos: "La inflación ha sido controlada en la mayoría de los países; las finanzas de las empresas están saneadas; las tasas de interés han bajado en los últimos años; los balances presupuestarios han mejorado en un buen número de países, y los mercados de trabajo ofrecen signos de creciente flexibilidad".
El informe recomienda el cumplimiento de los compromisos internacionales contraídos por los Gobiernos en política macroeconómica y en acciones estructurales. El incumplimiento de estos compromisos provoca las oscilaciones de las tasas de cambio, calificadas como de "desordenadas", que merman la confianza de los inversores privados y están en el origen del turbio horizonte económico. El producto nacional bruto de los países de la OCDE crecerá entre un 2% y un 2,5% en los próximos 18 meses; el empleo crecerá en un 1% -suficiente únicamente para estabilizar la tasa de desempleo-, y la tasa de inflación se establecerá en un 3,5%, con una ligera tendencia a crecer.
Los tres grandes de la OCDE (Estados Unidos, Japón y la República Federal de Alemania) deben, según el informe, "repartir el crecimiento de su demanda interior, frenándola en Estados Unidos y acelerándola en Japón y la República Federal de Alemania. La reducción del déficit federal norteamericano aparece, para la OCDE, como una de las grandes prioridades para los próximos meses, principalmente después de la modesta reducción advertida en el déficit para 1987. Entre las medidas que se recomiendan se cuentan el aumento de la fiscalldad, la disminución de los gastos militares y el estímulo a la inversión civil.
Responsabilidades
El informe considera que EE UU, Japón y la RFA tienen especiales responsabilidades en la reactivación de la economía internacional. La OCDE estima que los países ricos deben cumplir sin reservas los compromisos contraídos para que mejore la situación económica mundial. "Para restablecer la confianza es preciso que los Gobiernos pongan en práctica las obligaciones contraídas en reuniones internacionales, tanto en el ámbito de la política macroeconómica como en el de la acción estructural".A nivel general, el organismo recomienda a sus miembros la reducción de las subvenciones agrícolas e industriales, el fomento de la movilidad de la mano de obra y de la competencia y la racionalización y privatización de las empresas públicas.
En cuanto a la deuda externa, la OCDE estima que la solución al problema depende de una serie de factores conjugados, centrados en el incremento de la demanda interna de los países desarrollados, que debe progresar a un ritmo superior al estimado en los países de la OCDE, el libre acceso a sus mercados de las exportaciones del Tercer Mundo y la estabilidad de los tipos de interés en los EE UU.
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