El fiscal demandará al colegio que expulsó al niño portador del SIDA
El fiscal jefe de la Audiencia Territorial de Bilbao, Jesús Cardenal, ha decidido asumir la representación legal y defensa del niño Israel Pagalday, de tres años de edad, expulsado el pasado 7 de enero de un colegio de religiosas por ser portador de anticuerpos del SIDA. La Audiencia confeccionará una demanda dirigida al colegio María Goretti de Durango (Vizcaya) a fin de que anule la resolución por la que excluyó al menor, por entender que se trata de "una presunta violación del derecho constitucional del menor a la educación".
El fiscal precisa que "cuando se ha quebrantado o violado un derecho constitucional por el ordenamiento jurídico, esos actos son nulos de pleno derecho". Por esta razón se va a instar a los tribunales competentes a que declaren la nulidad de pleno derecho de la exclusión de Israel Pagalday.Cardenal ha estudiado el caso con el informe que le remitió en su día el departamento de Educación del Gobierno vasco, y admite en este sentido que, con los informes médicos que posee, que hablan del estado normal del niño, se puede instar el procedimiento. Sin embargo, en el pleito pueden aparecer otros documentos que puedan ser distintos o contrarios.
Precisamente, el colegio María Goretti -que acusa al Gobierno vasco de interpretar arbitrariamente el reglamento de conciertos, al manifestar su disposición a retirar la correspondiente subvención por negarse a readmitir al niño- exige pruebas. La dirección del colegio religioso quiere tener acceso al informe mediante el cual se asegura que el niño no presenta riesgo de contagio.
Jesús Cardenal insinúa que si en la tramitación del pleito se pone de manifiesto que no existen riesgos de contagio, quiere pensar que el colegio María Goretti reconsidere su postura. Si el colegio se niega a readmitir al niño y no se puede restablecer "la situación anterior a la violación", el fiscal cree que se puede pensar en una compensación económica en concepto de reparación por el daño sufrido.
El menor está en trance de adopción. Su madre falleció como consecuencia del síndrome de inmunodeficiencia adquirida; su padre no asume la patria potestad, y sus abuelos matemos se encuentran a la espera de la concesión de la adopción solicitada.
