La difícil reconstrucción del pentapartido
¿Y ahora qué? Es la pregunta que se les está haciendo en estos momentos a los máximos dirigentes políticos de Italia para orientarse acerca del Gobierno que podrá formarse tras la elección del nuevo Parlamento. Y la paradoja es que la gran victoria socialista que con el 14,3% obtenidos ha tocado su máximo histórico en los últimos 25 años hace ahora más dificil si cabe la formación de un nuevo Gabinete.Para entenderlo hay que remontarse al origen de la crisis que condujo a elecciones anticipadas. La lucha se entabló entre el PSI de Bettino Craxi, que resistía a dejar la presidencia del Gobierno que le había dado brillo y prestigio dentro y fuera del país, y la DC de Ciriaco de Mita, que al darse cuenta de que la presidencia socialista del Gobierno podía hacer crecer al partido de Craxi, cortó por lo sano y reivindicó, según las normas de la democracia parlamentaria, el derecho de presidir el Gobierno como partido de mayoría absoluta dentro de la coalición.
Para Craxi era importante, si deseaba volver a la presidencia del Gobierno, acrecentar el apoyo electoral de su partido y acabar al mismo tiempo la secretaría de De Mita. Obtuvo lo primero, pero no lo segundo, porque la Democracia Cristiana ha incluso aumentado sus votos. Y ahora, puesto que no ha habido ni un vencedor ni un vencido "la pelea continúa", como ha escrito el diario La Repubblica. De ahí que si De Mita y Craxi no hacen las paces, la lucha podrá ser aún más dura.
La actitud de De Mita
A la pregunta formulada por este corresponsal a De Mita sobre qué puede pasar ahora que el PSI ha obtenido el 14,3% de los votos, el secretario democristiano respondió: "Espero que Craxi no se olvide de que nosotros seguimos teniendo más del doble de los votos que él tiene y de que somos el partido de mayoría absoluta dentro de cualquier coalición .
Lo que sí está claro es que se ha alejado del horizonte, como subrayaba ayer Il Manifesto, toda posibilidad de cualquier alternativa de izquierdas ante la derrota comunista, que ha sido tanto mayor cuanto que el PCI ha perdido sobre todo en la Cámara baja, donde votaban casi cuatro millones de nuevos electores jóvenes.
La única posibilidad de formar ahora un gobierno es volver al pentapartido. Pero Craxi, que ha confesado que la situación ahora es "más confusa" que antes, ya ha anticipado que no piensa "enjaularse" en otro pentapartido. Tampoco lo quieren por ahora los aliados menores, que han sido duramente castigados por los electores y que están enfurecidos con Craxi y con De Mita. Más que nunca es cierto hoy que sin los socialistas no hay posibilidad de formar gobierno.
