Karolina Kozka, nueva beata polaca
Polonia tiene desde ayer una nueva santa María Goretti, una mártir de la pureza: Karolina Kozka, quien el 18 de noviembre de 1914, a sus 17 años, fue asesinada por un soldado del Ejército ruso zarista a golpes de espada, por no haber querido entregarle su cuerpo. El papa Wojtyla la hizo ayer beata en la ciudad de Tarli cargada de historia, de la que salió el primer grupo de deportados para el terrible campo de concentración de Auschwitz.
ENVIADO ESPECIAL, La ceremonia duró tres horas, y en ella participó una banda de música formada por 1.000 muchachas. Concelebraron con el Papa 200 sacerdotes y estuvieron presentes más de un millón de personas, entre ellas una hermana de la nueva beata. Esta enorme concentración humana sólo fue superada, ayer mismo por la tarde, flor la imponente marea de gente reunida en Cracovia, la ciudad de donde Karol Wojtyla salió como arzobispo para sentarse en el trono de Pedro, y que ayer aparecía engalanada en todos sus balcones y ventanas como un inmenso altar colectivo.El Papa polaco presentó a la nueva beata Karolina como ejemplo, sobre todo para los jóvenes y las jóvenes polacas. Su familia, formada por los padres y 12 hijos, era tan piadosa que su casa era.conocida como "la iglesia".
La gente de su pueblo, WalRuda, la consideraba ya antes del martirio "un ángel encarnado" y, en cuanto fue asesinada por defender su pureza, fue en seguida bautizada como "estrella del pueblo" y empezó a ser venerada como santa.
Veneración inmediata
Ha sido, al parecer, esta veneración inmediata de los fieles la que ha empujado al papa Wojtyla, más que otra cosa, a declararla beata, a pesar de que uno de los teólogos (o abogados del diablo, como antes se llamaban) de la Congregación para la Causa de los Santos votó en contra.El motivo alegado por el teólogo fue que los únicos testigos del martirio fueron dos muchachos de 12 años, quienes afirmaron que habían visto a un soldado que corría detrás de una joven, pero que, siendo casi de noche y a una distancia de 80 metros, no pudieron reconocer bien si se trataba de Karolina.
La joven había sido arrastra da desde su casa por un soldado zarista, que obligó al padre a alejarse mientras se la llevaba a un bosque. De ella no se supo nada más hasta 20 días más tarde, cuando fue encontrado el cadáver con varias heridas de sable Los médicos que practicaron la autopsia confirmaron que la joven conservaba su virginidad.
Juan Pablo II dijo ayer que este martirio habla con elocuencia "de la dignidad de la mujer" y que sigue aún hoy dando testimonio "de la pertenencia indestructible del hombre a Dios".
Ayer, Trybuna Ludu, órgano oficial del partido, hizo el primer comentario a la visita subrayando el clima de diálogo en que se desarrolla e insistiendo en que los puntos de acuerdo entre Juan Pablo II y el general Jaruzelski son casi totales.
