Ataque con bombas a las embajadas de EE UU y el Reino Unido
Las embajadas de Estados Unidos y del Reino Unido en Roma fueron atacadas, poco antes de que comenzaran las reuniones formales de la cumbre de Venecia, por terroristas desconocidos que utilizaron bombas artesanales. No hubo víctimas y sólo muy ligeros daños materiales.
Una supuesta mina flotante, que al final resultó ser un inofensivo calentador de agua o una boya (según las versiones), fue encontrada y desactivada por la policía italiana en la laguna de Venecia, a sólo 1.500 metros del lugar donde los siete grandes de Occidente discutían ayer cómo enfrentarse al terrorismo y a los grandes problemas económicos e internacionales.
Episodios terroristas de este tipo son ya un acompañamiento casi natural a estas cumbres, como ocurrió el pasado año en la reunión de Tokio. Fuentes policiales hablaban ayer de desconocidos grupos de Oriente Próximo como responsables de los ataques de Roma.
En Roma, a las 7.40, un coche bomba estalló en una calle próxima a la Embajada de Estados Unidos y cuatro granadas de fabricación casera fueron lanzadas contra el edificio.
Otro artefacto similar fue lanzado al patio de la Embajada británica y explotó en la base de una escultura de Henry Moore, en el centro de una pequeña fuente situada en el jardín delantero de la representación diplomática.
Los explosivos contra la Embajada estadounidense, piezas de tubo de plomo con pólvora negra, fueron lanzadas desde el cuarto piso del hotel Ambascíadori, frente a la Embajada. En una habitación, la policía encontró un lanzacohetes artesanal y portátil y un mecanismo de relojería. La habitación había sido ocupada por un hombre de apariencia asiática que se registró como Edwin Yal, de 37 años, nacido en Toronto (Canadá). Testigos presenciales hablaron de dos personas sospechosas subidas en el tejado del edificio contiguo al hotel.
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