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Elliot Abrams niega haber participado en actividades ilegales de apoyo a la 'contra'

El secretario de Estado adjunto de EE UU para Asuntos Interamericanos, Elliott Abrams, se convirtió a partir del martes en el primer funcionario en activo de la Administración de Ronald Reagan que declara ante la comisión del Congreso que investiga la venta de armas a Irán y el desvío ilegal de fondos a la contra nicaragüense. Durante la tensa sesión del martes, que duró seis horas y media, Abrams negó haber realizado actividades ilegales durante el período en que rigió la prohibición del Congreso de ayudar a la contra.

Pese a que los investigadores del Congreso han estado trabajando meses en el tema, no pudieron probar que Abrams, un convencido defensor de la contra, estuviera implicado en la red secreta montada por la Administración de Reagan para apoyar la lucha antisandinista.El funcionario desmintió una y otra vez afirmaciones hechas previamente por ex miembros de la Administración según las cuales él tuvo una participación directa en operaciones encubiertas de ayuda a la contra. "No sabe de que está hablando", dijo al referirse a una declaración formulada por el ex embajador norteamericano en Costa Rica, Lewis Tamb, quien afirmó ante el Congreso la semana pasada haber recibido una orden de un comité interministerial restringido, encabezado por Abrams, para abrir un frente sur en el interior de Nicaragua.

Abrams reveló durante la sesión que el ex asesor del Consejo de Seguridad Nacional, el coronel Oliver North, propuso en una ocasión que los rebeldes nicaragüenses tomaran la localidad de Puerto Cabezas, en la costa atlántica de Nicaragua, y se hicieran fuertes allí -aunque fueran diezmados más tarde por los sandinistas-, para influir en la opinión pública mundial. Abranis dijo que el plan fue descartado como "una locura irrealizable".

Tras la extensa sesión, un senador preguntó a Abrams si no había ocultado alguna información, especialmente en torno a sus relaciones con North. Abrams dijo que no y aclaró que se mantuvo cuidadosamente al margen de las operaciones de North. "No quería hacer preguntas a North ni tampoco conocer las respuestas", dijo.

Abranis criticó al Congreso por abrir una investigación sobre este tema, por entender que ha "empantanado" la política norteamericana en Nicaragua.

[Unos 350 rebeldes antisandinistas atacaron el martes una base gubernamental en Abisinia (200 kilómetros al norte de Managua), en el departamento de Jinotega, y causaron al menos 92 muertos en varias operaciones simultáneas, informa Efe].

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