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Carlos Solchaga considera "fundamental" un acuerdo de concertación social a dos o tres años

El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, considera "fundamental" lograr un acuerdo de concertación social para los dos o tres próximos años -hasta el final de la presente legislatura-, que "no puede limitarse a los temas salariales, sino que debe sentar las bases para definir los grandes objetivos macroeconómicos. Solchaga se mostró particularmente cauto a la hora de valorar los encuentros del presidente del Gobierno con los dirigentes sindicales.

En opinión del ministro de Economía, algunos de los objetivos a conseguir a través de un pacto social deberían ser crecer del 3% al 4%, reducir la inflación también hasta niveles del 3%, avanzar en la disminución del déficit público y garantizar que el empleo aumente cada año a un ritmo del 1% o 1,5 % sobre la población activa, que podría resultar incluso insuficiente para que no aumente el paro.En una reunión con la Agrupación de Periodistas de Información Económica, Carlos Solchaga defendió la actual política económica como la única posible. "No se puede hacer otra, y por eso me preocupa que el nivel de paro aumente. Pero sólo con medidas microeconómicas, como la flexibilidad laboral, se podría favorecer la creación de empleo (...). Nunca en la historia de un país ha crecido la inversión y el empleo en una situación en que las empresas estén descapitalizadas y casi en quiebra".

Aunque el ministro dijo que todavía quedan numerosos convenios por firmarse, expresó su confianza en que la subida salarial media se aproxime al 6%, tasa compatible con los objetivos de inflación de "en torno al 5%". Insistió en que el Ejecutivo no hizo dogma del 5% y precisó que la conflictividad social tenía otras motivaciones, porque seguramente se habría producido también en otro marco. A la pregunta de si ha calculado los costes de haber mantenido una posición de intransigencia ante las reivindicaciones salariales del sector público dijo: "No lo sé, pero mucho menos de lo que se dice".

El ministro puntualizó que era difícil saber si había merecido la pena la crispación social -"Confío en que todos hayamos aprendido"-, y sin mencionar a nadie en concreto dijo que "se han dicho muchas mentiras. Y cuando se recurre al insulto personal, como se ha hecho conmigo, se producen luego secuelas inquietantes como el secuestro de patronos".

Déficit moderado

También apuntó que la cantidad de dinero no se ha separado de los objetivos tanto como en los meses anteriores y que la situación del déficit público tampoco le preocupa como en los primeros meses del año. Añadió que, al margen de alteraciones estacionales que podrían registrarse en mayo u otro mes por el pago de intereses, el déficit tiende a moderarse en junio y julio por el calendario de ingresos y gastos, si bien en agosto podrá repuntar de nuevo al alza, no por la marcha de ingresos -"que van bien"-, sino por el papel expansivo del gasto del sector público.

Pese a descartar que los tipos de interés del mercado monetario puedan recuperar los niveles de hace varias semanas o que vayan a tener efectos alcistas en las próximas emisiones de deuda, el ministro subrayó que se mantendrán en el nivel necesario "y por el tiempo necesario para cumplir las expectativas y objetivos".

Solchaga reiteró que, en este momento de fortaleza de la demanda de inversión y de consumo, así como de la actividad productiva, lo cual implica un crecimiento económico superior al registrado por la Comunidad Europea o la OCDE no caben medidas de política fiscal, de rentas o de tipo de cambio.

Admitió que este esquema hace perder oportunidades de empleo a la economía por la vía de las importaciones y por la transferencia de ahorro al exterior que implica el aumento de reservas de divisas, de las cuales dijo que podrán superar los 20.000 millones de dólares el próximo verano. Pero precisó que una política más expansiva entrañaría más peligros, entre ellos el de "correr contra el viento" de los países industrializados, donde ahora lo que preocupa es la posible recesión.

El ministro eludió anticiparse a los eventuales contenidos de la concertación social, de la que se manifestó partidario. Pero la juzgó "fundamental" para luego ajustar los objetivos macroeconómicos, como la cantidad de dinero compatible con el déficit y el gasto público que se decida "hasta el final de la legislatura". Agregó que crecer más del 3% o 4% no sería aconsejable y apuntó que el objetivo de inflación del próximo año podría ser el 3%.

Reducir el paro

No obstante, se mostró escéptico ante los eventuales objetivos de reducir el paro, cuyo nivel futuro atribuyó a la evolución que tenga la población hasta ahora desanimada.

El ministro precisó que no existen medidas especiales que tengan eficacia contra el paro, al margen de acompañar la actual política con actuaciones microeconómicas. Incluso restó potencialidad a un posible fondo de inversiones públicas para crear empleo, del que dijo serían necesarios al menos 700.000 millones para empezar a tener efectos claros.

En cuanto a la terminación del plazo de tres años para las vigentes normas sobre contratación temporal, cuya prórroga ha pedido la patronal CEOE, Solchaga expresó la convicción de que "la mayor parte de los contratos se van a renovar en firme".

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