Babel en la noche
ENVIADO ESPECIALLa soberbia producción ha permitido a la coreógrafa abrir su poética de lo cósmico hasta los bordes de su resistencia metal y hasta flisica, recreando el universo nocturno como el espacio ideal para el encuentro de una memoria intemporal. ¿Tenemos acaso más de una memoria? Carlson lo interpreta a través de los elementos (tierra, fuego, viento) y del valor distanciado de algunos objetos (haz de leña, zapato huérfano, cubos de luz).
Europa ha entrado definitivamente en Carolyn Carlson. Anteriormente fue su pujanza personal la que estigmatizó positivamente a la danza francesa. Ha llegado la madurez y también lo mejor de ella. Los factores y estímulos de la estética de Pina Bausch que aparecen comunes a este montaje (el animal disecado en escena, el baile sobre tierra, el vestuario básico de combinación de satén claro) terminan por adquirir peso propio, sumándose a esa atmósfera de expectación casi pedestre que recorre toda la obra. Carolyn, mientras tanto, se mantiene tangente (se sabe diferente), a contracorriente de la marea de la danza del grupo.
Carolyn Carlson
Still Waters (1986), Carlson/AubrySchwarz. Trajes: Mine Barral-Vergés. Iluminación: Patrice Bezombes. Escenografía: Frederic Robert y Evan Burnet-Smith. Teatro Victoria ugenia. San Sebastián, 24 de mayo.